Editorial
El submarino: Garzón, el reprobado
En la táctica adoptada por Podemos en los últimos tiempos, no hay lugar para los compañeros de otros tiempos que dejaron atrás la secta
En la táctica adoptada por Podemos en los últimos tiempos, no hay lugar para los compañeros de otros tiempos que dejaron atrás la secta. Un ejemplo ha sido el de Alberto Garzón, al que no han perdonado que acudiese a la recepción del pasado 12 de octubre en el Palacio Real. No deja de ser curiosa dicha inquina, toda vez que fue Pablo Iglesias quien, botellines por medio, se empeñó en meter a una IU exangüe en el partido morado.
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