El nuevo reparto de menores extranjeros pactado por el Gobierno con la formación independentista manejada desde Waterloo por Carles Puigdemont ha sido visto con cierta satisfacción en los ámbitos más cercanos al partido de Santiago Abascal. Y es que el acuerdo cerrado entre el Ejecutivo y Junts por el que Cataluña recibirá una cuota nimia frente a los de Madrid, según señalan fuentes vinculadas a Vox, viene a confirmar «de facto» su argumento sobre los menores no acompañados como un problema. Además, y a pesar del silencio (otro más) de los socios de Sumar, a nadie se le escapa que desde Moncloa siguen empeñados en darle a Junts munición para hacer frente al asunto que les preocupa: el crecimiento de Alliança Catalana.