Espionaje en EEUU

EE UU espió también al FMI

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Dentro de la estrategia de revisar el programa de vigilancia y escuchas de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), un funcionario estadounidense filtró ayer a la agencia Reuters que el presidente Barack Obama ha dado orden de suspender el espionaje sobre el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, con sede central en Washington. La decisión es el último movimiento de Barack Obama por distanciarse de este escándalo, y demostrar sus deseos de reducir su programa de vigilancia que tanta controversia ha suscitado desde hace meses en Estados Unidos, ahora en Europa y muy problablemente en las próximas semanas en Asia.

Sin embargo, lo que más llama la atención es que hasta ahora no había habido ningún conocimiento de que la NSA hubiese espiado al Fondo Monetario Internacional o al Banco Mundial. Un portavoz del FMI, preguntado por La RAZÓN, ha declinado pronunciarse sobre el programa de escuchas al que habrían sido sometidos, cuyos detalles suelen tener el sello de «alto secreto» en Washington. Un mes después de la primera toma de posesión de Barack Obama, la CIA empezó a elaborar el «Informe de Inteligencia Económica». Los espías lo han incluido dentro del reporte diario que llega al despacho oval sobre amenazas y seguridad internacional.

El primer director de la CIA de Barack Obama, Leon Panetta, que luego ha sido jefe del Pentágono, indicó entonces que la Casa Blanca debía entender las implicaciones de la crisis económica global. La agencia consideró entonces contratar más analistas económicos pocos meses después de la caída de Lehman Brother´s cuando se tambalearon las cimientos del capitalismo. Puso como ejemplos evaluaciones de cómo la crisis podía afectar a España, Italia y Grecia y la estabilidad del euro, y así proporcionar dicha información a los legisladores estadounidenses. Esta circunstancia podría explicar las razones que han llevado a la NSA a recopilar información de los líderes europeos, como ha ocurrido en el caso de la canciller alemana Angela Merkel.

Durante la última campaña presidencial, el asunto de la crisis española se coló dentro de la agenda de los políticos, citada por los republicanos durante las elecciones primarias dentro del partido conservador. En diferentes ocasiones estos días diplomáticos y congresistas han reconocido la unión inquebrantable entre Europa y EE UU en materia de seguridad. Pero, también han destacado que estas escuchas podrían haber sido útiles a Washington durante las negociaciones de acuerdos comerciales con sus socios europeos.

Así las cosas, no parece que este programa de vigilancia se vaya a cancelar, pero sí quizá se limitará. En ese sentido, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, admitió ayer en una videoconferencia que el espionaje estadounidense ha ido «demasiado lejos», algo que atribuyó a que la política de inteligencia ha estado «en piloto automático». «No hay duda de que el presidente, yo mismo y otros en el Gobierno estadounidense hemos conocido detalles de actos que han estado sucediendo en piloto automático, porque la tecnología estaba ahí y se ha mantenido a lo largo de un extenso período de tiempo», añadió Kerry. El secretario de Estado reconoció, «como ya ha hecho el presidente, que estas acciones han llegado demasiado lejos y nos vamos a asegurar de que no pasa de nuevo en el futuro», prometió.