Tendencias
Alrededor del Amboto
Vida lenta
Mari, la diosa principal de la mitología vasca, encargada de llevar el buen y el mal tiempo de un lado a otro en el País Vasco, vive en la cara este de la cima del monte Amboto. Se dice que si hay nubes es porque Mari está en su cueva y si sale el sol, es que ha salido de ella. Muy atenta, estoy sentada en una butaca, frente a un ventanal, con unas vistas espectaculares del monte Amboto, mientras las hermanas Elena y Lorea Totorica, propietarias de la casa rural Areitio Etxea me cuentan estas leyendas, así como todo lo que hacer por la zona. Estamos en Mallavia, Vizcaya, muy cerca de Éibar y de Ermua. Para mí zona para descubrir. Silencio, naturaleza… otro ritmo. Esta casa, de cuatro habitaciones, con salón enorme, chimenea, jardín y un cenador precioso, es el cuartel general perfecto para explorar este rincón de España. ¿Un paseo por el Valle de Atxondo? A mí me suena bien, les dije. El camino transcurre por la antigua vía del tren de Arrazola, donde el campo es de un verde intenso, uno que no veo yo en la meseta (por mucho que haya llovido), hay caseríos de cuento y ermitas, como la de San Roque. Del listado que proponen Elena y Lorea, seguimos tirando para llegar hasta una sidrería típica, Urberu Sagardotegia, en Itziar, Guipúzcoa… donde en bancos corridos la cocina de chuletón y rodaballo a la brasa te deja sin criterio comparativo para volver a los restaurantes de moda de la Castellana. ¿Un paseíto después de comer? Claro, al embalse de Aixola, a pocos minutos en coche, un camino ligero y circular en el que el agua es de un turquesa oscuro intenso. Y desde este refugio, a pocos kilómetros se encuentra Lekeitio, un pueblecito pesquero pintoresco; Zarautz y su animado paseo marítimo; Zumaia y sus acantilados… Pero yo me quedo en casa viendo un atardecer naranja, sabiendo que Mari, la dama del Amboto, ha salido de su cueva.