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Disney cumple 100 años: las 6 lecciones sobre negocios de su fundador

Walt Disney consiguió llevar el estudio que fundó con su hermano hasta convertirlo seguramente en la marca más global que existe: estas son sus lecciones

Walt Disney, con su creación más icónica, el ratón Mickey
Walt Disney, con su creación más icónica, Mickey Mouselarazon

Esta semana Disney está celebrando los 100 años de su fundación. En concreto, el 16 de octubre se considera la fecha de nacimiento de la Disney Brothers Studio, el primer nombre del estudio creador por Walt Disney y su hermano Roy y que tres años después cambiaría su nombre a Walt Disney Company.

A pesar de que ahora mismo no pasa por su mejor momento, seguramente no haya una marca en el mundo con una influencia cultural y una capacidad para ser reconocido por cualquiera como Disney. Además, las adquisiciones que ha llevado a cabo en las últimas décadas de otras marcas como Pixar, Marvel o FOX no han hecho más que agrandar su imperio.

Walt Disney falleció en 1966 en un momento en el que la compañía estaba más que asentada después de hacerla crecer y pasar por distintas etapas. A lo largo de su vida, dejó varias lecciones que siguen siendo prácticas para cualquier emprendedor o negocio, por pequeño o grande que sea.

Siempre debes ser un vendedor

"Diría que mi mayor problema durante toda mi vida ha sido el dinero. Se necesita mucho dinero para hacer realidad estos sueños", dijo Disney en una ocasión.

La venta a menudo tiene mala reputación, pero Disney lo reconocía como algo que hay que dominar. Disney decía que los sueños requieren dinero y el dinero proviene de la venta.

Por ejemplo, a mitad de la producción de Blancanieves, Disney se quedó sin dinero para terminar la película. Incluso su propia familia le rogó que lo abandonara, pero Disney no cesó en sus intentos. Viajó personalmente a diferentes productores y les mostró las imágenes en bruto y los convenció de financiar la película.

Después, Blancanieves se convirtió en un éxito instantáneo y marcó el comienzo de la Edad de Oro de la Animación. Para financiar atracciones en Disneyland, persuadió también a las cadenas de televisión para que financiaran la construcción del parque a cambio de programación original de Disney.

Este plan genial no solo financió el parque, sino que para cuando abrió, había millones de personas que no podían esperar para ir. Se recuerda aún como una de las campañas publicitarias más exitosas jamás realizadas.

El liderazgo es inspiración, innovación, enfoque y saber delegar

Se dice que Disney era un gran motivador y contador de historias. Inspiraba a sus trabajadores y los convertía en parte de esa historia, y como resultado, obtenía más de ellos. Cuando presentaba por primera vez su idea a los animadores de Blancanieves, pasó por toda la historia, interpretando a los personajes, incluso haciendo sus diferentes voces y movimientos.

Aunque empezó dibujando, admitía que era un pésimo animador. Entonces contrataba a los mejores que podía pagar y se enfocaba en innovar en la empresa.

Siempre pensar en la próxima mejora

"Siempre que subo a una atracción, estoy pensando en lo que está mal y cómo se puede mejorar", dijo en una ocasión.

En sus biografías se cuenta que, una vez que Disneyland abrió, Walt recorría el parque, probaba personalmente todas las atracciones, observaba si algo estaba fuera de lugar y preguntaba la opinión de los visitantes. Si notaba que algo se podía mejorar, se aseguraba personalmente de que se corrigiera.

Hay que saber medir el riesgo, pero también tolerarlo

Disney asumió muchos riesgos en su carrera. Varias veces, el futuro de toda la empresa dependía del éxito o el fracaso de un proyecto. Incluso en algunas ocasiones, Walt tuvo que hipotecar o vender sus posesiones personales. Nunca lo hacía a la ligera.

Pesaba cuidadosamente en las opciones disponibles y tomaba decisiones que luego no cuestionaba. Decisión tomada, decisión cerrada.

En 1955, Disneyland fue la apuesta más grande en la historia de los negocios estadounidenses. Walt luchó para encontrar financiación y su propia familia, incluido su hermano Roy, le suplicó que lo abandonara. En ese momento, nunca se había intentado nada como Disneyland, por lo que había un consenso general de que era imposible. Walt siguió adelante de todos modos.

Si Disneyland hubiera fracasado, habría llevado a la quiebra a la empresa. Hoy en día, los parques temáticos de Disney generan miles de millones de dólares en ingresos y millones de visitantes cada año.

Muchos fracasos antes del éxito

"Toda la adversidad que he tenido en mi vida, todos mis problemas y obstáculos, me han fortalecido... Puede que no te des cuenta cuando sucede, pero una patada en los dientes puede ser lo mejor del mundo para ti”, se recoge que dijo.

Disney falló, muchas veces. Su primer estudio, Laugh O' Grams, nunca generó ganancias. Pero el fracaso más notable fue el fiasco de Oswald el Conejo Afortunado, el antecesor de Mickey Mouse. Perdió todo: su estudio, su equipo, sus animadores y sus creaciones. Pero de las cenizas de ese inmenso fracaso surgió uno de los personajes más queridos jamás creados. En el tren de regreso, después de enterarse de que había perdido a Oswald, Walt creó a Mickey Mouse.

Sé persistente y aprende a ser resiliente

Le llevó 16 años obtener los derechos para hacer Mary Poppins, considerada hoy una de las mejores películas de esa época y el cambio del estudio a explorar las películas con actores.

Los problemas que enfrentó con la autora P.L. Travers son tan grandes que dieron para su propia película. También se dice que le despidieron de una revista donde intentó entrar como dibujante que luego acabaría comprando. Walt enfrentó muchas dificultades que habrían llevado a muchos a rendirse. Por eso quizá se le achaca la frase que dice que “la diferencia entre ganar y perder a menudo es no rendirse".

Cuando a Walt le preguntaron cuál era el secreto de su éxito, respondió que: "Sueño, pongo a prueba mis sueños con mis creencias, me atrevo a correr riesgos y ejecuto mi visión para hacer realidad esos sueños".