1.932 llamadas en 50 minutos

En sus conclusiones, los peritos Barone y Serrano destacan que «tanto los ficheros copiados como los supuestamente clonados, carecen de sellado tecnológico o sellado de tiempo, no se les ha dotado de ningún mecanismo de seguridad que garanticen su integridad y autenticidad, ni tan siquiera figura la firma electrónica de los archivos».

Asimismo, subrayan que «el soporte original que se requería para determinar la fecha y la hora exacta de la creación de archivos y movimiento del vehículo de Elosúa se hallaría en el disco duro del ordenador que desarrolló esta función, soporte original no obrante en el sumario».

Los investigadores, que han concluido en señalar a Pamies y Ballesteros como los autores del «chivatazo» se han centrado en señalar que la llamada que mantuvieron fue la única que podía corresponder a la supuesta delación. Sin embargo, los peritos destacan que el día 4 de mayo, en la franja comprendida entre las 10 y las 11:10 de la mañana, en los repetidores que dan cobertura al domicilio de Joseba Elosúa se produjeron 130 llamadas de teléfonos móviles identificados.

Agregan que «en esta franja horaria, la compañía Movistar comunica que en el listado proporcionado de 477 usuarios, relativo al tráfico de llamadas, sólo se han identificado a 119 titulares, quedando sin identificar 358 titulares de tarjetas prepago».

Se destaca también que «el vehículo de Elosúa, en la mañana del 4 de mayo de 2006, se pone en marcha a la salida de su domicilio a las 11:05. Que al llegar al bar, desconecta la llave de contacto del vehículo y por tanto se desactiva la radio baliza a las 11:12 (hora de realización de la llamada de la baliza más 80 segundos del tiempo de duración). Ambas horas son proporcionadas por la compañía Movistar que es la operadora que da servicio a los números de teléfono de la baliza».

A este respecto, señalan que ese día, «durante la franja horaria comprendida entre las 11:10 y las 12 horas, se verifica que se produjeron un total de 1932 llamadas a través de los repetidores españoles que cubren la zona sur del Faisán».

Asimismo, destacan lo que ha sido una de las grandes carencias de la investigación, que ha concluido con Pamies y Ballesteros en el banquillo. «Bajo la red francesa podrían existir, de forma similar a la cobertura española, unas 2.000 llamadas desde la misma zona sur del bar Faisán, de cuya constancia no existe rastro alguno en el presente sumario»; y que la unidad policial actuante (la que ha realizado dicha investigación) sólo ha tenido en cuenta el tráfico de llamadas habidas a través de las antenas o BTS de las compañías españolas Vodafone, Amena y Movistar. No se ha incluido el análisis del tráfico de llamadas habido a través de las compañías francesas que también dan cobertura a la zona sur del bar Faisán y domicilio de Joseba Elosúa», propietario del mismo.

Y destacan algo que saben todos los que se han movido alguna vez por esa zona: «Que el paso de una compañía española a una francesa se podía realizar de forma voluntaria o involuntaria en el año 2006, con el simple mecanismo de seleccionar en el menú del móvil la compañía con la que se quiere operar». De hecho, los peritos, trasladados a Irún, zona del bar Faisán, han verificado que no sólo hay cobertura de estaciones bases francesas en la zona, «sino que incluso han realizado y recibido llamadas a través de las BTS de las compañías francesas que operan en dicha zona».

Concluyen, por lo tanto, que «el hecho de que un teléfono móvil, con tarjeta SIM española, realice tráfico de llamadas a través de cualquiera de los tres repetidores o BTS que dan cobertura al domicilio de Elosúa o al bar Faisán, (San Marcial, Zaisa y Urdaine) no evidencia que el teléfono móvil se encuentre precisamente en las inmediaciones del domicilio de Elosúa ni en las inmediaciones del bar Faisán. El móvil puede físicamente estar situado en cualquier parte dentro de la zona de cobertura de las antenas proporcionadas por Telefónica-Movistar, incluso encontrarse en Francia, zona de Hendaya o en cualquiera de los tres pasos fronterizos, lo cual es totalmente compatible con las declaraciones del señor Ballesteros».

Hoy, la primera sesión del juicio

De los tres días reservados por la sección tercera de la Audiencia Nacional para juzgar el «caso Faisán» el primero –es decir, hoy– está previsto que declaren los dos acusados del caso, Enrique Pamies y José María Ballesteros, que se enfrentan a penas de hasta 10 años de prisión. Los 118 testigos del caso irán dando testimonio a lo largo del martes y el miércoles, 17 y 18 de septiembre, respectivamente. Crucial será el testimonio, que previsiblemente tendrá lugar el martes, del confidente conocido como el «romano» que, a petición de la defensa de Enrique Pamies, corroborará la coartada de los acusados, es decir, que se encontraban en la zona para reunirse con él y no para dar un chivatazo. Para el miércoles están previstas las pruebas periciales.