El Gobierno facilitará que los militares compitan como deportistas de élite

El Gobierno lleva tiempo queriendo fomentar el deporte de alto nivel entre los uniformados. Ya en febrero de 2018, el PP, con María Dolores de Cospedal al frente del Ministerio de Defensa, reorganizó el Consejo Superior de Educación Física y Deportes de las Fuerzas Armadas creando el Consejo Superior del Deporte Militar. Mientras, el pasado verano, la ministra en funciones, Margarita Robles, firmó un convenio con el Comité Olímpico Español (COE) para promover el deporte de alto nivel en el mundo castrense. Y ahora, el Ejecutivo va un paso más allá al regular, mediante una Orden Ministerial, las bases para que los militares compitan como deportistas de élite, beneficiándose así de ayudas económicas y permisos para facilitar su carrera deportiva.

Tal y como publica hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE), la citada orden ministerial, firmada por la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, establecerá “las condiciones, requisitos y procedimientos para la calificación de los deportistas militares destacados, así como las medidas para fomentar y apoyar la dedicación al deporte de alta competición y la preparación técnica de los militares deportistas de alto nivel y alto rendimiento y de los deportistas militares destacados, así como la compatibilidad con el desempeño de los cometidos profesionales”. Así, a partir de ahora, todos los miembros de las Fuerzas Armadas -y la Guardia Civil- que participen en alguna de las modalidades deportivas reconocidas por el Consejo Superior del Deporte Militar serán considerados militares deportistas “de alto nivel y alto rendimiento”, mientras que sólo se calificará como “militares deportistas destacados” a aquellos que hayan obtenido una medalla de oro, plata o bronce individual o en competición por equipos en un Campeonato Mundial Militar o en los Juegos Mundiales Militares del Consejo Internacional del Deporte Militar (CISM), además de los que hayan ganado una medalla de oro individual en alguna disciplina deportiva de un campeonato nacional militar.

De esta forma, todos ellos podrán beneficiarse de una serie de ayudas para facilitar tanto los entrenamientos como las competiciones. Por un lado, “siempre que las necesidades del servicio lo permitan”, podrán solicitar una comisión de servicio y ser trasladados a una unidad o destino más cercano a donde tenga lugar el entrenamiento o la concentración. Una comisión de servicio, eso só, no indemnizable y con una duración máxima de un año.

Por otro, un mes antes de las competiciones (nacionales o internacionales) clasificatorias para los Juegos Olímpicos, Campeonatos de Europa o Mundiales y un mes antes de su celebración, podrán estar exentos de la realización de servicios y guardias en su unidad de destino. Siempre eso sí, “si las necesidades de servicio lo permiten”, recalca el Minsiterio de Presidencia en la orden. Junto a esto, las competiciones nacionales e internacionales y las concentraciones serán consideradas como “comisión de servicio” y podrán tener derecho a indemnización.

Ayudas para costear los gastos

Además, contarán con ayudas económicas del Consejo Superior del Deporte Militar para las equipaciones, el material deportivo o los gastos de las licencias y las inscripciones “en función de la disponibilidad presupuestaria”. Unas ayudas cuyas bases ya sentó Defensa en junio, cuando alegaba que buscaba solucionar el “escaso número de deportistas militares de alto nivel” y la “escasa participación de los deportistas militares de alto nivel en los campeonatos nacionales e internacionales militares”.

Al respecto, a finales del pasado mes de octubre tuvo lugar en China la VII edición de los Juegos Mundiales Militares, que congregaron a 9.603 atletas militares de 104 países. En ellos, la delegación española logró una medalla de bronce en pentatlón naval, conseguida por el equipo masculino formado por personal de la Armada. Desde 2007 nuestro país no se hacía con ningún metal. Junto a ese bronce, los deportistas militares españoles lograron 15 “Victory Certificate”, el equivalente al diploma olímpico, que se otorga por quedar clasificado entre los ocho mejores del mundo.