Terrorismo yihadista

Hernán Cortés “inspira” la estrategia organizativa de Daesh

Atribuye los éxitos del conquistador español a que supo golpear en el corazón de sus enemigos

Ibrahim Hashimi y Hernán Cortés
Ibrahim Hashimi y Hernán CortéslarazonLa Razón

El Estado Islámico ha echado mano de la estrategia militar que siguió el conquistador español para defender la necesidad de que su organización sea “descentralizada” para evitar que un golpe en la cabeza la deje inoperativa. Ponen el ejemplo de la araña y la estrella de mar. Si a la primera la golpeas en la cabeza, la inutilizas si a la segunda la corta en partes, cada una de ellas se regenera. Y esto segundo es lo que hay que hacer dentro de Daesh

Para explicarlo mejor, recurren a Hernán Cortés. La cita es textual de un mensaje publicado anoche en las webs oficiales de la banda terrorista:

“La organización descentralizada consta de muchos grupos de trabajo dispersos que pueden no conocerse entre sí, pero hay una sangre que fluye en todos, todas las personas de esta organización están llenas de fe en ellos y no esperan órdenes de un liderazgo central, como si hubiera un ADN que conformara sus personalidades, sus grupos y su sistema”.

“Volvamos siglos atrás al año 1516 (DC) y vayamos a México, donde el entonces líder español Hernán Cortés" lo invadió con un ejército equipado con las mejores armas. Había un gran reino perteneciente a una antigua civilización de cientos de años, llamada los aztecas. Ese reino estaba gobernado por un sistema central sólido. La capital, el centro del país, el establecimiento militar y el gobernante, que es obedecido por todos y ese reino era rico en oro”.

“El líder español fue al rey de los aztecas y le planteó dos opciones: entregar el oro o matarlo, por lo que el rey eligió entregar oro debido a la gran superioridad militar española. Pero los españoles rompieron el pacto y mataron al rey. Al matar al rey, la civilización azteca terminó por completo. Era el el reino de tipo araña y “limpió” su cabeza para matarlo”.

“Lo mismo sucedió con la civilización inca: los españoles mataron al rey y la capital cayó”.

Hasta aquí la cita. Daesh se pregunta a continuación: ¿qué enemigo es más fácil de eliminar: un enemigo que sabe quién lo lidera y sabe cómo se aplica la decisión y cómo se implementa; o un enemigo que no puedes entender cada vez que tratas de salirte con la tuya; no conoces de cabeza a los pies, ni a sus líderes, ni a los que dependen de él?”. “La primera es la organización central, la segunda es la organización descentralizada. La primera es similar a la araña y la segunda a la estrella de mar. La araña tiene una cabeza y un sistema nervioso que transmite órdenes para que el cuerpo las implemente. Si golpeas la cabeza de la araña, la matarías. Si le cortas las patas, perderá su capacidad de moverse. En cuanto a la estrella de mar, no tiene cabeza, ni un sistema nervioso que transmite órdenes. Más bien cada parte funciona por sí misma. Incluso, si cortas parte de la estrella de mar, no muere: la nueva parte se convierte en otra estrella de mar”.

Seguidamente, alertan del peligro de lo que llaman la “estrategia de las vacas”, que consiste es comprar, en este caso con el regalo de ganado (o de otras cosas también necesarias en el siglo XXI), a los jefes de los organizaciones descentralizadas. Lo que, al final, conduce a la derrota irremediable de las mismas. “La organización ya no está descentralizada, los líderes ya no son simbólicos, la lealtad a la causa ya no es, se ha formado una nueva jerarquía con la que el enemigo puede lidiar y controlar”.