Investidura de Pedro Sánchez

La coalición del apocalipsis

Pedro Sánchez, elegido presidente del Gobierno
Pedro Sánchez, quien logró este martes la confianza del Congreso para un nuevo mandato como presidente del Gobierno, al lograr una estrecha mayoría de 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones, es felicitado por el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias (d). EFE/Juan Carlos HidalgoJuan Carlos HidalgoEFE

Así calificó Sánchez a los grupos que defienden la Constitución y que se opusieron a su investidura, mientras él ahora sonríe a los anticonstitucionalistas que le han apoyado y comparten su desafección hacia España y una cosmovisón situada en las antípodas de una sociedad humanista y liberal. Es el mundo al revés: a Sánchez le parece lo más natural del mundo formar Gobierno con quienes admiran el actual régimen venezolano, y apoyado por quienes han querido romper España y persisten en su deseo.. La sumisión ideológica ante la izquierda permitirá que tengamos un Gobierno de coalición con ministros comunistas en sus filas y que, incluso, alardean de su condición. Como Garzón, que ha escrito un libro titulado «Por qué soy comunista», que no he leído ni leeré, porque conozco muy bien lo que esa macabra ideología ha hecho allá donde gobierna. Entre tanto, el Sr. Sánchez se permite descalificar y amenazar con prohibir las ideas que él califica como «ultraderechistas», mientras asistimos al complejo ideológico de la derecha, que le impide a Vox formar parte de los gobiernos autonómicos y municipales ganados con sus votos. Sin duda que Sánchez va a formar un gobierno «progresista»; tanto, que nos lleva directos al precipicio. Como remedio, desde Compromís y Bildu nos recomiendan que «tomemos tila», para tranquilizarnos. Al menos, de momento no nos aconsejan, como a Sócrates, que bebamos la cicuta.