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Celaá, la consejera de Educación que metió a las víctimas de ETA (y a algún etarra) en las aulas

La ahora ministra de Educación llegó a decir en el Parlamento vasco que el plan era de obligado cumplimiento en todos los centros educativos

La actual ministra de Educación, Isabel Celaá, fue la principal impulsora, siendo consejera de Educación del Gobierno vasco (2009-2012), de un controvertido programa para llevar a las aulas los testimonios de víctimas de ETA y fomentar así una relación directa entre éstas y los escolares para deslegitimar la violencia y promover la paz y la convivencia.

El plan fue muy criticado por la oposición y por algunas asociaciones de víctimas del terrorismo, por entender que su objetivo era diluir el sufrimiento causado por el terrorismo de ETA, al equipararlo con la violencia ejercida por los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), el llamado Batallón Vasco Español o las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Las víctimas de abusos policiales por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado fueron inicialmente excluidas del plan, pero fue la propia Celaá la que planteó su inclusión siendo aún consejera de Educación, para sortear así las reticencias del PNV y de la izquierda ‘abertzale’, que llegaron a cuestionar el contacto directo entre víctimas y alumnos.

Durante el mandato de Celaá como consejera de Educación se llegaron a incluir en el polémico plan pedagógico los testimonios de familiares de etarras en las aulas del País Vasco. Fue el caso de Marta Bergaretxe, madre del dirigente etarra Eduardo Moreno, alias Pertur, que protagonizó un vídeo en el que relataba su “sufrimiento” por la desaparición de su hijo.

Pertur fue dirigente de ETA político-militar durante los últimos años del franquismo y el inicio de la Transición. Desapareció en Francia en 1976, y nunca se encontró su cadáver. En el vídeo que fue proyectado en los colegios vascos, su madre lamentaba su desaparición: “No hemos podido enterrarle, no hemos tenido funerales”.

Ante el intenso debate político sobre la conveniencia de trasladar de forma directa a los colegios los testimonios de víctimas del terrorismo, Celaá no dio opción a que cada centro escolar decidiese si difundía o no esos testimonios. La ahora ministra de Educación llegó a decir en el Parlamento vasco que el plan era de obligado cumplimiento en todos los centros educativos, dejando a éstos únicamente la potestad de elegir la forma de llevarlo a la práctica.

El PNV y la izquierda ‘abertzale’ no ocultaron sus reservas ante la iniciativa de Celaá para que los escolares escuchasen las vivencias de las víctimas de forma directa, llegando a defender el uso de medios audiovisuales, como en el caso de la madre de ‘Pertur’, precisamente para evitar el contacto directo de unos y otros en las aulas.