Juicio a Trapero

El ex número dos de Trapero defiende que los Mossos “fueron leales hasta el final”

Ferran López dice que ni el mayor ni ningún mando de la cúpula de la Policía autonómica mostró su simpatía por la causa independentista

Ferran López: Mossos atendió todas las peticiones de apoyo de G.Civil en 20S
Ferran López, que fue número dos de Trapero, durante su declaración como testigo en el juicio a la ex cúpula de los MossosAudiencia NacionalEFE

En su segunda jornada de declaración ante el tribunal que juzga a la ex cúpula de los Mossos, el comisario Ferran López ha vuelto a defender la actuación de los agentes autonómicos durante el "procés" al asegurar que "fueron leales hasta el final", negando que se impartieran "pautas clandestinas" para permitir que se celebrara el referéndum soberanista en contra del mandato judicial.

A preguntas de la abogada de Trapero, Olga Tubau, el testigo ha negado que Trapero o cualquier otro mando de la Prefectura del cuerpo mostrara “adhesión ideológica” o “simpatía” por la causa independentista “ni antes ni durante los días que rodearon al 1-O ni después”. “No es un tema que sea nada interesante...”, ha añadido.

Tras asegurar que el mayor de los Mossos ordenó “cumplir las instrucciones” de la Fiscalía, sí ha hecho autocrítica al reconocer que el “problema” fue que se enviaron a los centros de votación a agentes que no eran especialistas en orden público, aunque ha vuelto a insistir en que resultaba “obvio” que “correspondía a Pérez de los Cobos” (el coronel de la Guardia Civil encargado de coordinar el dispositivo policial el 1-O, que niega que tuviera mando sobre los agentes autonómicos) haber “documentado” el plan de actuación. Un dispositivo en el que ha rechazado que el ex director del cuerpo Pere Soler -que como Trapero se enfrenta a una posible condena de once años de cárcel por rebelión- “interviniera o intentara modificar”.

López también ha dado su versión sobre el motivo por el cual Trapero decidió no acudir a las reuniones de coordinación, enviándole a él en su lugar, explicando que la falta de sintonía entre ambos desde un primer momento llevó a Trapero a decidir que “la interlocución con Pérez de los Cobos tenía que cambiar” porque él “restaba más que sumaba”. Incluso aseveró que el mayor se ha arrepentido de esa decisión. “Ha reconocido que no tuvo una actitud que repetiría”, ha desvelado. Pero al margen de esas discrepancias sobre el papel del coronel de la Guardia Civil, ha subrayados que los Mossos estaban determinados a ejecutar “las actuaciones acordadas durante las reuniones de coordinación” y a “respetar” la figura de De los Cobos como coordinador del despliegue policial para evitar el 1-O. De hecho, ha explicado que “en ningún caso se cambio el sistema de comunicación para ralentizar” las actuaciones policiales en la jornada del referéndum soberanista ni se dieron “pautas clandestinas” a los agentes para permitir su celebración.

El ex número dos de Trapero se ha detenido también en los incidentes durante los registros en la Consejería de Economía el 20 de septiembre de 2017, que obligaron a la secretaria judicial a abandonar el edificio por la azotea. E inevitablemente ha salido a relucir el nombre del líder de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez, a quien según ha explicado Trapero “colgó el teléfono de mala manera diciéndole que el no era nadie para diseñar el dispositivo de seguridad”. “Fue una conversación desagradable que acabó de manera abrupta”, ha recordado, porque según le contó Trapero tras “algún exabrupto”, Sánchez “pretendía controlar el pasillo policial”.

En relación a ese episodio, sí ha lamentado no haber “podido dar cumplimiento" a la ayuda que pedía la Guardia Civil. “Ojalá la comitiva judicial hubiera salido de la forma digna que se merecía”, ha apostillado.

El sustituto de Trapero al frente de los Mososs tras la aplicación del 155 ha mantenido que De los Cobos no le informó la mañana del 1-O de que el dispositivo conjunto quedaba sin efecto, tras constatar a primera hora el coordinador la inacción de los agentes. No lo hizo, según ha detallado, ni en un correo que intercambiaron a las 8:45 en el que los Mossos solicitaban refuerzos en 233 centros de votación ni en una posterior reunión en la sede de la Delegación del Gobierno a las diez de la mañana. Se enteró, ha contado, a través de Trapero "sobre las doce o la una" tras una reunión del mayor con la magistrada del TSJ de Cataluña que había ordenado impedir la celebración del 1-O, Mercedes Armas.

Del mismo modo, ha asegurado que tras la celebración de la consulta Trapero dejó claro que los agentes que con sus “actuaciones individuales” se habían alejado de las órdenes de la Prefectura tendrían que asumir sus responsabilidades. “Y lamentablemente alguna hubo, más de las que pensamos”, ha recordado.