Eutanasia

... ¡Que me quede como estoy!

La vejez ha dejado de ser sinónimo de enfermedad
La vejez ha dejado de ser sinónimo de enfermedadlarazon

Al igual que nuestro progresista Gobierno, los gurús del transhumanismo han declarado la guerra al envejecimiento. Difieren en el método: para estos, envejecer es una «enfermedad» que, con los avances científicos, es perfectamente curable. Están tan convencidos de que no van a avejentarse, que afirman que dentro de 30 años estarán más jóvenes que ahora, gracias a las técnicas de rejuvenecimiento biológico de que dispondremos, hoy «inimaginables».

El experto en transhumanismo Albert Cortina, así lo recoge en una reciente publicación. Incluso existe ya un «movimiento por la longevidad indefinida», con su correspondiente religión, la «iglesia de la vida perpetua», necesaria por cuanto las actuales religiones se justifican para explicar y trascender la muerte. Eliminada esta por la consecución de la longevidad indefinida, se precisará una religión distinta que dé sentido a esa perdurable existencia. No piensen que esto es mera ciencia ficción, aunque esté en Hollywood la sede de esta iglesia fundada en 2013: en este movimiento trabajan ya muchos científicos, y son cuantiosos lo recursos económicos puestos a su disposición. Entretanto aquí, con nuestro «método progresista», a los ancianos y enfermos sin tantos recursos como estos nuevos adeptos, se les va a ofrecer una plácida muerte para dejar de sufrir. Ante esta alternativa –longevidad indefinida o plácida eutanasia a domicilio–, el común de los mortales, pedimos, con el refranero: «Madrecita, Madrecita, que me quede como estoy».