Coronavirus

Necesaria disculpa

El Congreso debate la prórroga del estado de alarma
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras la intervención de Santiago Abascal en el pleno del CongresoPoolPool

Es muy difícil evadirse del análisis de la evolución de la pandemia en el mundo y en España, algo normal ya que estamos viviendo una situación desconocida, atendiendo al nivel de cambio producido en nuestras vidas, a la paralización económica y, sobre todo, al número de hospitalizados y fallecidos.

Que España sea el segundo país del mundo en víctimas mortales –más de cuatro mil– muestra que hay causas específicas que nos afectan y que deben ser particularmente estudiadas. Ni la población total, ni nuestro nivel de desarrollo lo explican por sí mismos, sino todo lo contrario.

Se asume a nivel general –menos por el Gobierno– que se ha reaccionado tarde y mal, y que ello es causa importante de las preocupantes cifras actuales. Por ejemplo, ya no podemos confiar en lo que nos dicen el Gobierno y su portavoz sanitario para la ocasión, pues ahora vemos que sus comparecencias hasta el 9-M fueron una sucesión de «fake news»; y recordemos que les creímos durante más de un mes, y ahora se ha demostrado que nos ocultaban la verdad.

Para sobrellevar esta situación con credibilidad, y lo que queda, sería conveniente un humilde reconocimiento del error. No es mucho pedir una rectificación –por respeto a la verdad y a la sociedad– y una disculpa pública. Rectificar es de sabios y además honra el ejercicio de humildad a quien lo hace.

Al menos, que no nos engañen como a chinos.