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Motín en la cárcel de Ocaña: los presos queman contenedores por la falta de personal médico

CSIF vincula el suceso con la “tensión” en los centros penitenciarios por la carencia de medios ante la crisis del coronavirus y reclama al Gobierno que contrate a “los 40 sanitarios prometidos”

Los internos de la prisión de Ocaña I (Toledo) ha protagonizado hoy un altercado en el que se ha llevado a cabo la quema de papeleras y contenedores y el destrozo de mobiliario en protesta por la falta de personal médico en el centro penitenciario, que al ser festivo se encontraba de guardia domiciliaria. Según informa CSIF en un comunicado, los trabajadores del centro pudieron finalmente calmar los ánimos y sofocar la protesta sin que se produjeran heridos.

Según la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, sindicato mayoritario en el Ministerio del Interior, los hechos se produjeron poco antes de las dos de la tarde, cuando un interno sufrió un ataque epiléptico. Como en ese momento no había personal médico en la prisión, los internos iniciaron la protesta violenta. En la misma se quemaron contenedores y cubos de basura, lo que provocó “una enorme columna de humo en el patio de la cárcel que se podía divisar desde el exterior”. Con posterioridad, el interno fue atendido en la enfermería.

Fuentes penitenciarias niegan que el carácter violento del incidente y aseguran que en el centro hay dos médicos que hoy tenían “guardia localizada” (en sus domicilios). “A las 13:30 se ha desmayado un interno en el patio. Se lo han llevado a la enfermería y, mientras localizaban al médico, los internos han comenzado a protestar y han quemado algunos contenedores”. Esas mismas fuentes achacan la protesta a que “los presos están molestos con uno de los médicos".

Una vez calmados los ánimos, continúan, “los reclusos han entrado normalmente en el comedor”. Pero al terminar la comida, añaden , “unos pocos no han querido subir a su celda para la siesta y ha seguido protestando, pero al final se les ha convencido”. A las cuatro de la tarde, concluyen, la situación se encontraba completamente normalizada y “todos los presos estaban ya en sus celdas”.

Sin embargo, para el sindicato, este suceso “es un ejemplo de la tensión que se está viviendo hoy en las prisiones españolas por la falta de equipos de protección y, en general, de medios adecuados frente a la crisis del coronavirus”.

CSIF reclama que “cuanto antes” se realicen los test al personal actualmente en cuarentena, en torno a un millar de trabajadores, “para que en el caso de dar negativo puedan reincorporarse” a la mayor brevedad “a las de por sí mermadas plantillas de Instituciones Penitenciarias”. Además, exige al Gobierno “que cumpla con su palabra y contrate a los 40 sanitarios prometidos en el transcurso de esta crisis para atender las necesidades que pudieran sobrevenir”.