Guardia Civil
El coronel De los Cobos, la bestia negra del independentismo
El coordinador del dispositivo policial el 1-O denunció la inacción de los Mossos y el soberanismo pidió su cabeza por la actuación de los agentes para impedir el referéndum ilegal
El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, destituido ahora por Interior como responsable del Instituto Armado en la Guardia Civil, denunció la inacción de los Mossos el 1-O y el soberanismo pidió su cabeza reiteradamente por la actuación policial para impedir el referéndum ilegal de 2017.
En el juicio del “procés”, su prolija declaración no hizo sino soliviantar aun más los ánimos del independentismo catalán al defender que la intervención de los agentes fue proporcionada y señalar directamente a los Mossos y al mayor Josep Lluís Trapero, a quien acusó de “poner palos en las ruedas a cualquier plan para impedir el referéndum”. De los Cobos fue rotundo al negar que ese día las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado realizaran “ninguna carga polícial” y defendió que los agentes de Policía y Guardia Civil actuaron de forma “exquisita y proporcionada”. Se trató, recalcó, de unas actuaciones policiales encaminadas a “cumplir el mandato judicial”.
“No se actuó a cualquier precio”, llegó a decir sobre el dispositivo policial el 1-0 Pérez de los Cobos, que en todo momento precisó que “la resistencia pasiva” de los ciudadanos que ocupaban los colegios -tan invocada por las defensas de los políticos acusados- “se dio en algunos casos”, pero se transformó en “activa”cuando llegaron los agentes a los centros de votación. Ese cambio de actitud se tradujo, denunció, en “infinidad de casos de hostigamientos con lanzamiento de objetos y agresiones”. Y siempre puso especial énfasis en dejar claro que en la jornada de la consulta ilegal el objetivo lo determinante para los agentes “no era la gente que iba a votar, sino si su actitud era obstruccionista”.
El coronel de la Guardia Civil negó una y otra vez las acusaciones de las defensas de una supuesta brutalidad policial. “Desde el punto de vista técnico, una carga es una actuación contundente para disolver una manifestación o desalojar un espacio. Ese día no se disolvió una manifestación ni se desalojó un espacio”, subrayó. Asimismo, recordó que las instrucciones que recibió de interior eran que las intervenciones “fueran lo más rápidas posible y que no se empleara excesivamente la fuerza”.
Según aseguró durante su declaración como testigo en el Tribunal Supremo en mayo del pasado año, el plan diseñado por la Policía autonómica “parecía más un dispositivo para cubrir un evento legal, unas elecciones normales, y no para impedir una actividad ilegal” en el que “quedaba claro que lo que se estaba reprochando era el concepto del empleo de la fuerza”. Según lamentó, no vio “ningún afán de colaboración” por parte del responsable de la Policía catalana “en ningún momento”.
De los Cobos mostró su convencimiento de que los Mossos tenían la llave para impedir el referéndum ilegal y dejó claro que si hubiesen dado un últimátum a Carles Puigdemont, el 1-O “no hubiera salido adelante”. “Los Mossos tenían una ascendencia considerable sobre la Generalitat y sobre una parte considerable de la ciudadanía”, recalcó entonces.
El coordinador del dispositivo policial dijo que su intención siempre fue "ir de la mano" de los Mossos el 1-O y no "romper la baraja", pero admitió: "Nos equivocamos". Respecto a la jornada del 1-O, afirmó que siempre se planteó un escenario con "un grado de cumplimiento inferior al deseable pero no el que luego vimos", que definió como de "inacción absoluta".
El mando de la Guardia Civil siempre defendió la actuación de los agentes el 1-O y negó que su intervención en los colegios causase un millar de heridos, como aseguró la Generalitat, reduciendo esa cifra al número de personas atendidas.
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