Cumbre de la UE

«La escucha activa»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la cumbre en Bruselas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la cumbre en BruselasJohn ThysAP

Tras un Consejo Europeo de intenso trabajo y negociaciones, ha visto la luz el acuerdo para superar la gran recesión provocada a consecuencia de la pandemia. Se ha mantenido la cuantía total en la gigantesca cifra de 750.000 M€, pero se ha reducido en más de un 20% la destinada a transferencias; es decir, a ayudas a fondo perdido para los Estados. Para España, eso significa una reducción de unos 5.000 M€, pero no es lo más importante. Como sucede con las pólizas crediticias, hay que leer la letra pequeña, y parece que la condicionalidad no va a ser menor. La UE no es Cáritas, y deberán garantizarse por parte de los Gobiernos políticas adecuadas para asegurar la estabilidad económica y monetaria de la UE. Para nosotros no es mala noticia del todo, porque tenemos motivos sobrados para confiar más en Bruselas que en Sánchez e Iglesias en la implementación de políticas económicas solventes. Es llamativo que Sánchez haya permanecido en absoluto silencio hasta el final, frente a otros líderes, que han informado del proceso defendiendo sus posiciones. El argumento transmitido es que ha optado por la «escucha activa», silenciosa para no agriar más un debate de por sí conflictivo. A veces, en efecto, el silencio es la mejor actitud, sobre todo si no se tiene nada que decir o intuyes que no van a hacerte ningún caso. Al final, otros han defendido los intereses de España. Pero subordinados a los suyos.