El Congreso de los Diputados cerraba hoy el periodo de sesiones antes del descanso estival y lo ha hecho con una imagen nefasta. Un mal ejemplo para la sociedad, a la que se sigue pidiendo que se conciencie con las limitaciones de aforo y haga un esfuerzo para mantener la distancia interpersonal de 1,5 metros. Limitación y distancia que no estaba hoy presentes en la bancada del PSOE, que estaba abarrotada para respaldar a Pedro Sánchez en su comparecencia a petición propia para dar cuenta del último Consejo Europeo. Lejos de respetar la restricción del 50%, la bancada socialista estaba a más del 100% de ocupación, ya que a los 120 diputados electos se han sumado incluso algunos senadores, como el portavoz, Ander Gil.

Fuentes parlamentarias, y tal y como reconoció la propia presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, interpelada por Edmundo Bal; “el Congreso como institución no puede impedir a los diputados acudir al Pleno”, más allá de exigirles que lo hagan embozados en sus mascarillas. Existía un acuerdo entre los grupos parlamentarios, que se da por roto, ya que según informan las citadas fuentes, el PP ya lo rompió la semana pasada cuando vinieron todos sus diputados. Desde el PSOE se defienden, asegurando que el Grupo Parlamentario Socialista comunicó a la Mesa del Congreso, en tiempo y forma, su asistencia presencial al Pleno de hoy. Estas fuentes aseguran que los populares no pueden hacerse hoy los sorprendidos porque tienen dos miembros en esta Mesa y porque han incumplido reiteradamente este límite de aforo en las sesiones anteriores.

Por su parte, los populares han criticado tanto en Twitter como desde la tribuna el propio Pablo Casado, el mal ejemplo que se está trasladando desde la bancada socialista. “Sánchez necesitaba la claque al completo”, ironizaba la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo en un mensaje en esta red social en el que censuraba que el PSOE se saltase “el acuerdo sanitario sobre la limitación de asistencia a los plenos”.

También Teodoro García Egea hacía lo propio en un tuit en el que contraponía la limitación en el Congreso con la de bares, restaurantes o teatros, que sí están obligados a mantener esa limitación del 50%.