Vertedero

Primer aniversario de la tragedia de Zaldibar: Sin responsables y con un cuerpo aún sepultado

La familia de Joaquín está «desanimada» porque se acaban las zonas de búsqueda

La actividad de las excavadores continúa en busca del cuerpo de Joaquín que sigue bajo tierra un año después de que fuera sepultado bajo los escombros del vertedero de Zaldibar. Fue el pasado 6 de febrero de 2020 cuando miles de toneladas de residuos se derrumbaron en cuestión de segundos sepultándole a él y a su compañero, Alberto. Desde entonces, el paisaje de los alrededores ha cambiado pero algo sigue igual: no hay responsables de una de las mayores tragedias medio ambientales y el proceso judicial está, un año después, todavía en instrucción.

«Están cada vez más desanimados. Las Navidades están muy recientes y ahora llega el aniversario», cuenta a LA RAZÓN fuentes cercanas a la familia de Joaquín Beltrán. «También están preocupados porque se van acabando las zonas de búsqueda y sigue sin aparecer», describen. La búsqueda de los restos del operario no se ha interrumpido en todo este tiempo. Los trabajos se centran en estos momentos en la zona denominada B4, y si esta labores de búsqueda no finalizan con éxito, se procederá a rastrear las zonas B1b y B1c. «En la zona B1b es dónde se encuentra el lavadero, una estructura de hormigón, hasta donde se cree que pudo acudir para resguardarse. El problema es que se encuentra a 28 metros de profundidad», explican estas mismas fuentes que sitúan en el mes de marzo o principios de abril la fecha de fin de las labores de búsqueda, «siempre y cuando la lluvia lo permita».

Vertedero Zaldibar
Vertedero ZaldibarAntonio Cruz

En estos doce meses, las familias y los vecinos de los municipios cercanos al vertedero –Eibar y Ermua– siguen exigiendo responsabilidades. Si bien es cierto, que según explican a LA RAZÓN algunos vecinos, «las restricciones derivadas de la crisis sanitaria han influido en las manifestaciones». Ayer, la familia de Joaquín organizó en Zalla, su localidad de origen, una concentración en su memoria y en la de Alberto en la que reclaman que hasta que no se encuentre el cuerpo no se proceda al sellado definitivo de la escombrera.

Asuntos sin resolver

La investigación y depuración de responsabilidades es uno de los asuntos sin resolver un año después. El derrumbe de la escombrera reveló muchas irregularidades en el funcionamiento del vertedero. Acumulaba más residuos de los que tenía autorizados, los precios que ofrecía estaban muy por debajo de los del resto de vertederos, la licencia que tenía no se ajustaba a las actividades que realizaba, y la más llamativa: recogía amianto pese a carecer de autorización.

Tras salir a la luz todos estos despropósitos, las culpas se dirigieron, por un lado, hacia la empresa Verter Recycling, y por otro, hacia el Gobierno vasco por no haber vigilado correctamente la actividad de la escombrera. Será la Justicia quien decida. En estos momentos, el Juzgado número uno de Instrucción de Durango tiene abierta una causa contra la compañía Verter Recycling y contra tres de sus responsables por presuntos delitos medioambientales. Además, se instruye otra causa por posibles delitos de homicidio imprudente y contra los derechos de los trabajadores. «El proceso va muy lento», concluyen fuentes al tanto de la investigación.