Crisis en Cs

Los indicios que sitúan a Albert Rivera tras la estampida de miembros de Ciudadanos hacia el PP

El ex presidente de Cs inició contactos con Génova el pasado mes de febrero para explorar una fusión con el PP. Un camino que se reactiva ahora tras el paso decidido de Hervías a los populares

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y la candidata a la presidencia de la Generalitat, Inés Arrimadas.
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y la candidata a la presidencia de la Generalitat, Inés Arrimadas.QUIQUE GARCÍAEFE

La desbandada que inician cargos y afiliados de Ciudadanos tras el malestar interno con la hoja de ruta de la actual dirección encabezada por Inés Arrimadas de acercamiento al PSOE viene de lejos y apunta, a todas luces, al paso decidido del ex presidente Albert Rivera de abrir el camino de paso entre la formación naranja y el PP.

Las ganas del propio Rivera de volver al tablero político unido a su apuesta firme por una unión del centro derecha que sea capaz de vencer a Pedro Sánchez en las urnas son las primeras señales que apuntan a esta operación iniciada ya por el entorno crítico con Cs y que se ha saldado, de hecho, con el primer movimiento que deja al partido naranja tocado y hundido bajo las exigencias de los barones autonómicos de un cambio de rumbo.

De hecho, el ex secretario de Organización de Cs Francisco Hervías fue quien volvió a reactivar el camino iniciado por Albert Rivera. El también senador daba un paso adelante y abandonaba este sábado el partido dejando la puerta abierta a un goteo de posibles dimisiones inmediatas tras el fallo de la “operación Murcia” y después de la debacle electoral de los naranjas en Cataluña el 14-F. Apunta, además, al planteamiento que ya se hace el PP y parte crítica de Cs de “unificar el voto de centro derecha en torno al Partido Popular” para lograr la salida de Pedro Sánchez de La Moncloa.

Sin embargo, la operación “estampida” de Cs es una estrategia muy medida en el tiempo y posible gracias al canal abierto de interlocución establecido entre Rivera y el secretario general del PP, Teodoro García Egea, que mantienen buena relación y contactos discretos, como ya avanzó LA RAZÓN el pasado mes de febrero. En Ciudadanos, reaccionaron asegurando que “no podían creerse” que Rivera les fuese a traicionar.

Si bien la relación entre el viejo PP y el viejo Cs estaba prácticamente anulada, ahora, los contactos se producen de manera asidua, no solo Rivera- García Egea, sino como ha quedado demostrado ya Hervías- García Egea, con el objetivo último de preparar el debate de la refundación del centro derecha. Fusión, integración, absorción o unión son varios de los conceptos que se manejan.

La operación “estampida de Cs” es palpable ya. Abonada en el tiempo por Rivera, que no ha dudado en extender sus críticas a la actual dirección, ante el acercamiento al PSOE, pidiendo repetidamente “más ambición” a su antiguo partido y deslizando la idea de que fracasaba el partido de Arrimadas con una idea “muy infantil de pensar en despodemizar a Pedro Sánchez”.

Son varios cargos en Cs, encabezados por el ex presidente Rivera que comparten con éste la visión de la necesaria reunificación del centro derecha, mientras que desde la formación naranja experimentan ahora un giro de guion con pasos acelerados para acercarse al PSOE después de los intentos fallidos en los Presupuestos Generales del Estado. Los naranjas reniegan de una coalición electoral con el PP que evitaría la fragmentación del electorado de centro derecha. Una tesis que en el PP también defienden. El propio secretario de organización del PP, Teodoro García Egea, en una entrevista con LA RAZÓN, abría las puertas del PP al Cs, con el objetivo de “unir al PP y Cs por la base, sean afiliados, sean cargos o sean simpatizantes o votantes”.

De hecho, según ha podido saber este diario, no se descarta que, al portazo de Hervías puedan sumarse en los próximos días, -quizá mañana después de la Ejecutiva Nacional de Cs donde nadie espera la dimisión de Arrimadas- pueda ser secundado por otras voces autorizadas del partido si la dirección no confirma mañana un cambio de estrategia y una vuelta al centro derecha.