Aforado
Iglesias podría ser imputado cuando deje el escaño en el Congreso
El vicepresidente no renunciará a su acta hasta el comienzo de la campaña electoral. En cuanto abandone el Congreso dejará de tener aforamiento ante el Tribunal Supremo
El vicepresidente segundo del Gobierno Pablo Iglesias no renunciará a su acta como diputado hasta que comience la campaña electoral para las elecciones autonómicas de Madrid, al igual que su cargo en el Gobierno. Aguantará dentro del Ejecutivo hasta el último momento, imitando al entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, que dejó su puesto en Moncloa en los días previos a que se iniciara la campaña en Cataluña, un gesto que fue muy criticado por los morados por dejar el ministerio para ser candidato y por el que presionaron para que renunciara a sus responsabilidades gubernamentales cuanto antes. Ahora, Iglesias se ve en la misma tesitura.
Una decisión que llega después de que este diario informara en su edición de ayer que desde el PSOE tenían la seguridad de que podría seguir como diputado en el Congreso tras el 4-M si no consigue ganar en las urnas a la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso.
Ahora, fuentes de Unidas Podemos aseguraron ayer que no existe ningún tipo de duda de que el vicepresidente dejará su escaño en el Congreso y que lo hará antes de que arranque la campaña electoral –esto es el 18 de abril. Es decir, que el vicepresidente mantendrá tanto su cargo dentro del Gobierno como su acta de diputado por un mes más. Fuentes de Moncloa explicaron que no van a presionar para que deje sus responsabilidades gubernamentales antes.
La Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) en su artículo 155.3 permite a Iglesias mantener su acta de diputado hasta que se constituya la Asamblea. Es en ese momento en el que el vicepresidente sí está obligado a elegir si mantiene el acto de diputado en la Cámara Baja o recoge su acta autonómica. Su sustituta en el Congreso será la sindicalista Mercedes Pérez Merino, que participó en el movimiento «Coca-Cola en lucha» contra el ERE.
Esta confirmación, llega, sin embargo, tras un debate sobre lo adecuado del momento en el que formalizar la renuncia al acta de diputado. Cuando Iglesias deje su acta dejará de estar aforado en el Tribunal Supremo, es decir, sin protección judicial, y es el momento que puede aprovechar el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón para valorar una posible imputación por la pieza 10 del Caso Villarejo, más conocido como «caso Dina» por el robo de la tarjeta SIM de la ex asesora del vicepresidente. El juez no pudo proceder contra Iglesias y por ello pidió al Tribunal Supremo que lo hiciera tras apreciar tres posibles delitos: descubrimiento y revelación de secretos, denuncia falsa y daños informáticos, un caso que fue devuelto por el alto Tribunal a la Audiencia Nacional.
Si Iglesias deja su escaño antes de la obtención del autonómico, pasarán al menos dos semanas –más el tiempo en el que tarde en conformarse la Asamblea de Madrid– en las que el vicepresidente no tenga protección judicial ninguna.
Díaz despachará con Sánchez
Después de que Iglesias deje el Gobierno, será la vicepresidenta tercera Yolanda Díaz, quien asuma la interlocución directa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, según ha podido saber este diario. Es decir, que la predecesora de Iglesias asumirá el rol de «vicepresidenta política» de la cuota morada y será quien despachará directamente con Sánchez cuando, por ejemplo, uno de los acuerdos de coalición encallen por alguna de las dos partes en el Gobierno. En Podemos restan importancia al hecho de que sea vicepresidenta tercera y no segunda, como le correspondería.
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