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Terrorismo

Condenado a mil años de cárcel un etarra por intentar asesinar a un alto cargo del Gobierno de Aznar

El “comando Buru Ahuste”, al que pertenecía Rubenach, atentó con coche bomba en 2001 contra el subsecretario de Política Científica Juan Junquera

El etarra Juan Luis Rubenach, durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional por el atentado contra Juan Junquera en Madrid en 2001 Javier LopezEFE

La Audiencia Nacional ha condenado a 1.008 años de prisión al ex miembro del “comando Madrid” Juan Luis Rubenach, “Txurdo”, por el atentado que ETA cometió el 6 de noviembre de 2001 con coche bomba en Madrid contra el entonces subsecretario de Política Científica Juan Junquera, fallecido en 2016.

Aunque los terroristas no consiguieron su objetivo, pues Junquera salvó la vida “por causas ajenas a la voluntad de los autores” del atentado, la explosión causó cerca de un centenar de heridos y numerosos daños materiales. El tribunal condena asimismo al etarra por intentar asesinar al ex consejero del Tribunal de Cuentas Paulino Martín y a la fiscal de la Audiencia Nacional Blanca Rodríguez.

Rubenach -que ya acumula otras dos condenas por atentados de ETA en Madrid y otra en Francia por asociación de malhechores- fue entregado hace dos años por el país vecino, adonde huyó tras ser detenidos varios miembros del “comando Madrid” que ya han sido condenados por estos mismo hechos, entre ellos Ana Belén Egües, Iván Apaloaza y Gorka Palacios.

Aunque el límite máximo de estancia en prisión será de 30 años, la Audiencia le condena por 97 delitos de asesinato en grado de tentativa, depósito de armas de guerra y de explosivos, delito continuado de sustracción de vehículos, asesinato en grado de conspiración y estragos terroristas.

Los magistrados recuerdan en la sentencia que Rubenach fue uno de los primeros miembros del “comando Buru Ahuste” que se desplazó a Madrid en septiembre de 1999, viviendo hasta noviembre de 2001 a caballo entre Madrid y Salamanca, donde los terroristas almacenaban las armas y explosivos que recibían de la dirección de ETA en Francia.

35 kilos de explosivos

A las nueve de la mañana de 6 de noviembre de 2001, el “comando Buru Ahuste” hizo explosionar un coche bomba, cargado con 35 kilos de explosivo, en la calle Corazón de María de la capital de España al paso del vehículo oficial del entonces subsecretario de Política Científica del segundo Gobierno de José María Aznar. En el atentado resultaron heridas otras 94 personas.

Los magistrados consideran probado que la finalidad del “comando” era atentar contra Junquera, asumiendo y aceptando “que la explosión alcanzaría a un gran número de personas, igualmente desprevenidas e indefensas, pues dada la hora en que se había planeado, la calle estaría concurrida con gente acudiendo a su trabajo, negocios o a los colegios”. Algo que, además, conocían de sobra “por las vigilancias previas sobre el objetivo”.

En la sentencia se hace hincapié en que sus huellas dactilares y restos de ADN se hallaron en el piso utilizado por la organización terrorista en Salamanca. Y los magistrados recuerdan que otros dos etarras ya condenados por estos hechos, entre ellos Aitor García Aliaga, reconocieron que el “comando” utilizaba un piso en Salamanca para custodiar las armas y los explosivos.

Su presencia en esa vivienda, sostienen los magistrados, “no podía tener otro fin que planificar las acciones” del “comando” terrorista, “preparar explosivos y guardar información sobre objetivos ante la dificultad y riesgo que comportaba hacerlo en las habitaciones de los pisos compartidos con personas que no pertenecían a la organización terrorista”.

“Sin los explosivos que tenía a su cargo y disposición” Rubenach en el piso franco de Salamanca -recalca el tribunal- “no se hubiera producido la explosión” ni se hubieran podido “preparar las cargas explosivas que se colocaron en los vehículos destinados a atentar” contra Paulino Martín y la fiscal de la Audiencia Nacional. La Sala concluye, por tanto, que la contribución del etarra al atentado “fue esencial e indispensable, lo que le convierte en cooperador necesario de esta acción del comando”.

Hasta ocho coches bomba para asesinar a una fiscal

Además, subraya la Sala, la etarra Ana Belén Egües -que situó a Rubenach en el “comando Madrid” en 2001- declaró en el juicio que el acusado “se encargaba de cuidar” de la casa que el “comando” utilizaba en la plaza de Castrotorafe de Salamanca.

En relación con el intento de asesinato del ex consejero del Tribunal de Cuentas Paulino Martín y de la fiscal de la Audiencia Nacional Blanca Rodríguez, el tribunal recuerda que los etarras intentaron varias veces atentar con coche bomba en las inmediaciones de sus respectivos domicilios para hacerlos estallar al paso de éstos, pero no consiguieron su objetivo.

En el caso de Martín, porque los miembros del “comando” no pudieron aparcar el vehículos y en cuanto a la fiscal de la Audiencia Nacional, a la que colocaron al menos ocho veces un coche bomba cerca de su casa, porque su vehículo no pasó por el lugar previsto o lo hizo en dirección contraria.

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