Terrorismo
La Guardia Civil asesta un nuevo golpe al “frente de cárceles” del yihadismo en España
Dos detenidos, uno en prisión y otro en libertad, por llevar a cabo labores de captación y adoctrinamiento en el centro penitenciario de Botafuegos
La Guardia Civil ha asestado un nuevo golpe al “frente de cárceles” del yihadismo en España, con la detención dos individuos, uno en la prisión de Córdoba y otro en la localidad guipuzcoana de Pasajes Antxo, a los que se acusa de haber realizado labores de captación y adoctrinamiento yihadista en el centro penitenciario de Botafuegos (Algeciras). Para el segundo la Audiencia Nacional ha acordado su ingreso en prisión provisional.
La operación -adelantada por LA RAZÓN- se ha desarrollada bajo la dirección del Juzgado Central de Instrucción número 6 y de la Fiscalía de la Audiencia Nacional. La investigación fue iniciada por el Servicio de Información de la Guardia Civil a principios de 2018 al tener conocimiento a través de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias de diversas pintadas y consignar relacionadas con la organización terrorista Daesh. Detrás estaba un presunto grupo organizado de internos dedicado a la radicalización y captación en el referido centro penitenciario, donde los detenidos cumplían condena por la comisión previa de delitos de terrorismo de índole yihadista.
Las pesquisas realizadas permitieron revelar que uno de los detenidos ostentaba un rol de ascendencia sobre el resto de internos, realizando labores de adoctrinador sobre los mismos. Estas actividades de captación y adoctrinamiento que realizaba en prisión eran análogas a aquellas por las que fue previamente condenado y por la que cumple seis años de prisión.
En el marco de su actividad proselitista, habría reclutado al otro detenido, que se encontraba cumpliendo condena por un delito de auto adoctrinamiento terrorista y que se erigió igualmente en reclutador de otros internos ejerciendo una labor entre aquellos a los que tenía acceso.
Cohesión y adoctrinamiento entre los presos
En esta investigación se ha constatado la creación de una estructura dedicada al adoctrinamiento en la ideología y objetivos de la organización terrorista Daesh en el interior de la prisión y que pretendía mantener la cohesión de los internos ya condenados por terrorismo.
Esta investigación está relacionada con la operación que se realizó el pasado 12 de marzo en Melilla, en la que fue detenido un individuo que había coincidido con los anteriores y que en el momento de la detención se encontraba en libertad tras haber cumplido su condena.
El pasado marzo fue desarticulado también un grupo de internos cuyas actividades estaban dirigidas a la captación y radicalización en el entorno penitenciario.
Las cárceles, objetivo prioritario
Las cárceles se han convertido en objetivo prioritario para el Estado Islámico con una doble estrategia: utilizarlas para radicalizar y captar nuevos militantes; y para intentar organizar fugas masivas, como las logradas en los últimos meses en Congo y Pakistán.
Los yihadistas con más años de condena se dedican a tratar de convencer a musulmanes delincuentes comunes, que van a cumplir condena en breve, para que abracen las doctrinas de Daesh y, al salir a la calle, cometan atentados, en especial contra las Fuerzas de Seguridad aunque cualquier objetivo es válido dentro de la campaña de sembrar el terror entre la población.
Dentro de las prisiones, los terroristas tienen sus cabecillas, rodeados de hombres de confianza. Conforman unas células que se dedican a las labores de captación. Los elegidos tienen pocas posibilidades de escapar de la red ya que, si renuncian, pueden recibir palizas y su vida en la cárcel se convierte en una pena añadida.
Por ello, las Fuerzas de Seguridad, en estrecha colaboración con Instituciones Penitenciarias, prestan especial atención a lo que ocurre dentro de las prisiones con los reclusos yihadistas, cuyas posibilidades de reinserción se han demostrado remotas. Todo lo contrario, salen en libertad más radicalizados.
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