Crisis diplomática

Marruecos se muestra firme: la normalización de las relaciones con España “va para largo”

Rabat presionará a Madrid con la renovación del tratado de Pesca con la UE, que afecta a 92 barcos españoles

La embajadora marroquí en España, Karima Benyaich- EFE / Mohamed Siali
La embajadora marroquí en España, Karima Benyaich- EFE / Mohamed SialiMohamed SialiEFE

El proceso de normalización de las relaciones diplomáticas entre España y Marruecos “va para largo”. Tras más de cien días de disputas entre Madrid y Rabat, los marroquíes han dejado claro, por el momento, que no se plantean la vuelta a Madrid de su embajadora en España, Karima Benyaich, llamada a consultas a Rabat a mediados del pasado mes de mayo, según han informado a LA RAZÓN fuentes diplomáticas del país vecino. Ni en la agenda del rey Mohamed ni en la del Gobierno está prevista ninguna reunión o cumbre (aplazada en varias ocasiones).

Además, hay que tener en cuenta que Marruecos celebra elecciones legislativas en los primeros días de septiembre y no parece el momento más oportuno para que se produzca la “deseada normalización”, ya que se va a vivir el lógico debate político propio de unos comicios, en el que se da como seguro que el asunto de las relaciones con España; Ceuta y Melilla; inmigración, etcétera, saldrán a relucir con dentro de la lógica confrontación entre los partidos.

En cualquier caso, antes de que se produzca la normalización deben ser tratados varios asuntos y formuladas aclaraciones en torno al problema que suscitó la actual crisis diplomática: la acogida, en unas condiciones que investiga la Justicia española por su posible irregularidad, del jefe del Frente Polisario, Brahim Ghali, para ser tratado de coronavirus en un hospital de Logroño.

Este hecho, que le ha costado el puesto a la entonces ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, fue interpretado por Marruecos como un ataque frontal de un país que se considera amigo, ya que Ghali encabeza un grupo que ha declarado la guerra a Rabat desde noviembre del año pasado.

Las citadas fuentes, que recordaron que la cumbre entre ambos países, varias veces aplazada, no tiene aún fecha, citaron el asunto del acuerdo de pesca con la Unión Europea, que afecta a 92 barcos españoles que faenan en aguas marroquíes. El tratado expira el año que viene, pero empezará a ser negociado a finales de agosto o primeros de septiembre.

El nombramiento del nuevo ministro de Asuntos Exteriores José Manuel Albares, que era embajador en París, ha sido acogido favorablemente en Rabat así como las últimas declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el sentido de la que es necesaria dicha normalización. “Pero faltas otras cosas que hay que discutir, posiblemente en conversaciones discretas y –subrayan-- está el tratado de pesca, un asunto realmente relevante”.

Karima Benyaich, una diplomática de gran prestigio, de la máxima confianza del Rey Mohamed VI, abandonó España después de que la ministra Laya la llamara a consultas urgentes a su departamento. Benyaich dijo entonces, refiriéndose a la acogida de Ghali, que hay actos que tienen consecuencias, “y se tienen que asumir”. Añadió que las relaciones entre países vecinos y amigos se tiene que basar en “la confianza mutua, que se tiene que trabajar y nutrir”.

Postura firme de Marruecos

La postura de Marruecos se mantiene, por lo tanto, firme pese a los gestos de España --cese de Laya y nombramiento de nuevo ministro—y ponen la mesa el tratado de pesca, un asunto de vital importancia para el sector.

Se ha especulado sobre la posibilidad de que Francia pudiera mediar entre España y Marruecos (el ministro de Asuntos Exteriores magrebí, Nasser Bourita se encuentra hoy en París), extremo negado desde fuentes galas.

En cualquier caso, distintas fuentes coinciden en la absoluta inconveniencia de la acogida de Ghali en España (está siendo tratado en un hospital de Argel y las últimas fotos difundidas hacían ver que había mejorado) por el más que previsible problema que iba a suscitar con Marruecos, en una crisis sin precedentes en los últimos años, como así ha acorrido.