"Operación Kitchen"

Villarejo dice que se vio con Rajoy tras los sms: “Quería saber si era él quien estaba detrás”

El comisario jubilado asegura en el Congreso que el entonces presidente del Gobierno avaló el espionaje a Bárcenas para sustraerle documentos sensibles para el PP

José Manuel Villarejo volvió al Congreso cinco meses después. Y, como sucedió en mayo, el comisario jubilado volvió vincular a Mariano Rajoy con el supuesto espionaje a Luis Bárcenas en 2013 para arrebatarle documentos sensibles para el PP.

Si en su anterior comparecencia aseguró que le mantuvo al tanto a través de mensajes sobre la “operación Kitchen”, en esta ocasión se ha referido a una reunión que habría mantenido con el entonces presidente del Gobierno en la sede de Génova, en la que según ha mantenido estaba presente también María Dolores de Cospedal, en la que habría avalado esa operación. Se vio con el líder del PP, ha explicado, porque “no tenía la garantía” de que quienes le estaban dando las órdenes estuviesen respaldados por el presidente. Se trataba, según su versión, de aclarar si las instrucciones que recibía eran las correctas y si las informaciones que él mismo transmitía llegaban efectivamente a conocimiento de Rajoy.

“Lo que me hacía era fundamentalmente preguntas concretas: ¿Hay algo nuevo?, ¿se ha visto esta persona con Pedro J.?”, ha asegurado a preguntas del diputado socialista Felipe Sicilia. Pero según el comisario jubilado -para quien la Fiscalía pide casi cien años de prisión en el primer juicio del “caso Tándem”-, esas respuestas “ya las había mandado a través de los enlaces” (supuestamente el entonces secretario de Estado Francisco Martínez, la propia Cospedal (con la que ha dicho que tuvo tenía “trato directo” desde 2006) y una mujer “del círculo próximo de Rajoy” cuya identidad no reveló).

“Me dio la impresión de que no se fiaba de los interlocutores”, ha expuesto el ex mando policial, quien ha añadido que se vio con el entonces líder del PP “en tres o cuatro ocasiones más”, aunque paradójicamente ha precisado después que las veces que coincidieron jamás tuvo con él “una entrevista directa y personal” y no mantuvo “una conversación sobre este tema”. “Informaba a Cosidó, informaba al secretario de Estado y, puntualmente, también al ministro”, ha matizado.

“Cospedal era muy hermética”

“Me sorprendía que los informes que yo transmitía a Rajoy luego me los cuestionaban aparte, yo quería saber si era Rajoy el que estaba detrás de ese teléfono”, precisó más tarde a preguntas del diputado de Ciudadanos Edmundo Bal. “¿Cómo la Audiencia Nacional no ha podido identificar ese teléfono? Me da la sensación de que usted esto se lo inventa”, le ha espetado el parlamentario naranja. “El juez instructor no ha querido investigar ese número”, ha zanjado Villarejo.

El compareciente ha dado más detalles sobre esa reunión adelantada por el diario Público: “Fue en el despacho de Cospedal”, ha mantenido, y además de la entonces secretaria general del PP habrían asistido “una señora más que no recuerdo su nombre de nombre corriente, que hacía en alguna ocasión de enlace, que sé que era una persona del círculo próximo de Rajoy, y un letrado que era entre otras cosas defensor del CNI y de algún miembro destacado del PP, creo que de un tesorero, no sé si Bárcenas o Lapuerta”.

“Estaba mucho más a gusto trabajando con el PSOE”

De Cospedal - a quien el juez del “caso Kitchen”, Manuel García Castellon, rechazó procesar- ha asegurado que “era una persona muy hermética y me daba poca información. La información casi siempre fluía en un mismo sentido”. Y se ha mostrado dispuesto a mantener con ella un careo si así lo decide “la sede de la soberanía nacional”.

Pero como suele ser habitual en las comparecencias de Villarejo, el comisario jubilado -”cada vez que respiro, amenazo”, bromeó- apuntó a diestro y siniestro. “Yo estaba mucho más a gusto trabajando con el Partido Socialista que con el PP, a pesar de que es ahora el PSOE el que me ataca”, ha dicho después de referirse a los supuestos encargos de gobiernos socialistas, “informes de inteligencia para acabar” con el entonces líder de la oposición, José María Aznar; “averiguar las relaciones de Rato con un banco”; “el interés en destruir al señor Zaplana, para lo que se utilizó a un confidente del CNI”; “el chivatazo del Faisán”; “todo lo que se refiere a la detención de Roldán” (el ex director general de la Guardia Civil)... E incluso aludió -a preguntas del diputado del PP Luis Santamaría- al “comando Rubalcaba”, “un grupo de personas de confianza que existía en el Ministerio del Interior”, y a la “cuestión peliaguda” del negocio de saunas del suegro de Pedro Sánchez.

También tuvo palabras para Podemos: “He mantenido durante muchos años relaciones con altos cargos de Podemos y aportaré las pruebas en su momento”. Y en esa línea se refirió también a la supuesta financiación irregular de Podemos a través del chavismo denunciada por el ex jefe de la inteligencia militar venezolana: “Hace dos años ya adelanté lo que ahora el señor Hugo Carvajal ha dicho y nunca se me ha llamado para declarar”.