PP

Feijóo exhibe su fuerza y desactiva listas alternativas

El líder gallego deja el congreso de su elección como presidente nacional en manos del aparato histórico de Génova

La Junta Directiva Nacional del PP, máximo órgano entre congresos, aclamó ayer a Alberto Núñez Feijóo como futuro presidente del partido sin que el líder gallego hubiera anunciado todavía oficialmente su candidatura.Está previsto que lo haga hoy, en respeto a las formas que rigen la lógica interna de la organización popular.

La reunión de ayer sirvió para echar arena sobre la posibilidad de una candidatura alternativa ante el cierre de filas unánime, y con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, comprometiéndole también su lealtad y su apoyo. La defensa que Feijóo hizo de Ayuso a puerta cerrada fue leída por el partido como un gesto más de fortaleza del barón gallego, y el resumen, también unánime, que salió de la reunión fue: «Todos con Feijóo».

La organización del congreso extraordinario queda en manos del histórico «aparato» de Génova, que tiene experiencia de las etapas de José María Aznary de Mariano Rajoy, y con un nombre clave, el de Juan Carlos Vera, durante décadas la mano férrea que ha controlado las territoriales, y que, además, viene de Madrid, donde sabe que hay muchos muertos guardados en el armario.

El PP cuidó las formas en la despedida a Pablo Casado, que volvió a reivindicarse, pero esto no ocultó la realidad del fracaso de una etapa que en el partido comparan con la de Antonio Hernández Mancha, con la diferencia de que este último no llegó ni siquiera a presentarse a unas elecciones generales.

Ayer hubo mucho cotilleo interno, pero pocas conclusiones sobre lo que viene. La teoría buscó dejar la imagen de que Feijóo recupera al Partido Popular de las mayorías absolutas y que pretende unir a barones y organizaciones territoriales bajo el compromiso común de «unidad, lealtad y trabajo para la recuperación social y económica de España». En esto insistirá hoy en la presentación de su candidatura. Pero en la práctica Feijóo tendrá que lidiar con una realidad política muy distinta a la de esas mayorías absolutas. Y, además, recibe un partido con serios déficits en algunas de sus organizaciones territoriales por los cambios realizados por el equipo de Casado. De hecho, en el partido hablan de encuestas internas de territoriales que apuntan a un empate prácticamente técnico entre PP y Vox.

El PP que recibe Feijóo a nivel provincial y autonómico es la antítesis de lo que él representa, ya que es consecuencia de un profundo proceso de renovación que tenía como objetivo blindar, en teoría, la caída de Casado de la dirección nacional de no conseguir ganar las próximas elecciones generales. «Hay Parlamentos autonómicos donde algunos diputados no necesitan ni cuchilla para afeitarse porque aún no les ha salido barba y no tienen ninguna experiencia», resume uno de los integrantes del comité organizador del Congreso que preside Esteban González Pons.

En el PP han empezado ya las quinielas, y poco más habrá hasta el congreso teniendo en cuenta el perfil hermético de Feijóo. Ahora, en este juego de las quinielas, a González Pons le colocan como presunto secretario general, aunque también le vuelven a elevar a la categoría de portavoz en el Parlamento Europeo. Éste es un puesto clave para el PP en un momento de reparto de los fondos de reconstrucción y con los contactos que González Pons tiene a nivel comunitario. El «tapado» que en el PP algunos creen ver para la Secretaría General es Fernando Martínez-Maíllo, otro histórico de Génova, que ya ha estado en labores de Organización.

Nada más aterrizar en la Presidencia del PP Feijóo tendrá que gestionar los congresos de Extremadura, Cantabria y Asturias, y decidir qué dirección seguir en Cataluña. Si bien lo más relevante será el congreso de Madrid. Las declaraciones de Ayuso ante la Junta Directiva Nacional fueron leídas internamente como un aviso a navegantes ante el riesgo de que su liderazgo y su política de confrontación con el Gobierno de Pedro Sánchez pudiese volver a chocar con el del barón gallego. Aunque no pasan por alto que el perfil de Feijóo es el opuesto al de Casado: «Si Ayuso da problemas, la respuesta la tendrá en el liderazgo de Feijóo: es más útil la política de la gaseosa que la de ir al choque directo con ella», reflexiona otro de los dirigentes que en el PP sitúan en el futuro equipo de Feijóo. Casado se despidió ayer de su partido reivindicando su legado «sin rencor» y prometiendo también lealtad al presidente gallego.

Y en cuanto al aplausómetro, como anécdota, los miembros de la Junta Directiva Nacional se lo negaron a la intervención de Cayetana Álvarez de Toledo. No tuvo. Su problema no era Teodoro García Egea, sino el rechazo que desde la etapa de Rajoy provoca mayoritariamente en la organización popular.