Polémica
Tezanos anuncia un nuevo método para la encuesta del CIS
Admite en el Congreso que subestimó a Vox en sus encuestas y lo justifica por el “voto oculto”. Asegura que no ha averiguado quien filtró los datos a Iglesias y se reafirma en que él no fue
El presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas, José Félix Tezanos se disculpa por sus fallos en las predicciones de sus barómetros, como en Galicia, en Madrid, País Vasco, y en último momento en Castilla y León, el pasado 13 de febrero. Ahora tratará de enmendarlo. «No tengo la capacidad de predecir» elecciones, ha llegado a decir en la Comisión Constitucional en el Congreso de los Diputados donde comparecía a petición de la oposición. Así se justificaba para reconocer los errores cometidos en el último barómetro en Castilla y León donde infravaloró el resultado de Vox. Según su tesis, los errores a la tendencia a la baja de Vox se debían «al voto oculto» ya que algunos encuestados prefieren no reconocer su opción por ese partido. Así, anunció que en el barómetro electoral que se publicará hoy se ha implementado un «nuevo modelo de estimación», aunque reconoce que, este nuevo plan no sabe si «lo estimará bien». Según su análisis, ahora el votante cambia el voto a última hora y está dispuesto incluso a votar a «varios partidos». «Existe una alta volatilidad», explicó el presidente del CIS, quien también se defendió de las quejas del PP sobre las constantes modificaciones del método. «Debe dar apariencia de neutralidad», le recriminó el popular José Antonio Bermúdez de Castro, quien también le recriminó por las altas horquillas que vaticina normalmente para el PSOE. Ante esa idea, Tezanos la rechazó al tener evidencias de que no es cierto».
Se defendió, además, de las críticas de la oposición por las supuestas cocinas de sus encuestas. «Sea humilde, reconozca sus errores y deje paso a otra persona», le pidió el portavoz del PP. Ante lo que Tezanos pidió que no creara «expectativas de desprestigio» ante una institución que es «transparente». Trató así de enterrar la idea de que su método no funciona. «La probabilidad no es absoluta. Sería inhumano llegar a sociedades en las que pretendamos que sea todo predecible», zanjó.
Otro de los motivos de su comparecencia se debía a la polémica por la filtración al exvicepresidente Pablo Iglesias de los resultados de la encuesta de Castilla y León. El exlíder de Podemos colgó en su Telegram los resultados, que después fueron confirmados y que otorgaban a los morados entre tres y cinco escaños. Podemos solo obtuvo un procurador en las Cortes regionales. Una predicción que luego no se materializó. Para los populares es un «grave caso de información privilegiada» que «nadie ha aclarado». Según el presidente del CIS, él no filtró estos datos porque «no tenía los datos finales». Ante la investigación que había abierto su departamento para conocer cómo pudo acceder a estos datos, aseguró que «no ha logrado averiguar» como fue posible. Sí reconoció haber almorzado con Iglesias esa misma semana, pero aseguró que no habían hablado del sondeo regional. «Yo no le filtre nada, ni tenía los datos finales», se reafirmó para después tratar de quitarle importancia a este asunto. Según el presidente del CIS, las encuestas «tampoco son secretos de Estado». «Que alguien tenga los datos unos minutos antes no me preocupa, pero no ha salido ni de mí ni de mi equipo de confianza», concluyó.
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