Tensión

Iglesias boicotea el proyecto de Díaz

La responsabiliza de la guerra que ha estallado en la confluencia andaluza entre Podemos e IU, mientras ella se desvincula

Pablo Iglesias y Yolanda Díaz, durante la campaña gallega. Eran otros tiempos.
Pablo Iglesias y Yolanda Díaz, durante la campaña gallega. Eran otros tiempos.Salvador SasAgencia EFE

Escogiendo las palabras más eficaces, señalándola directamente, pero después disfrazando sus críticas de lealtad. Andalucía y la confluencia de izquierdas –que ha nacido malograda– amenaza con ser el nuevo epicentro de la batalla interna que lidera el exvicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, contra la vicepresidenta Yolanda Díaz. En medio está Unidas Podemos, que trata de hacerse fuerte en el futuro político que liderará la vicepresidenta y del que todavía no conocen los planes.

Los desencuentros internos entre el exvicepresidente y su sucesora se han magnificado en este último tiempo a cuenta del proyecto político que iniciará la líder de Unidas Podemos en Moncloa. Justo este mes se cumple un año desde que ésta asumiera el rol de líder de los morados después que Iglesias la designara como su sucesora.

Justo en este tiempo el exlíder la ha aupado para ahora tratar de torpedear su camino tras la convicción de ésta de que los partidos deben ser acompañantes del proceso que iniciará, y no protagonistas.

Frente a un futuro diseñado por Iglesias para la dirigente gallega, ella marca sus tiempos con precisión y sigue desvinculándose de los morados. Algo que molesta en el cuartel general de Podemos, donde entienden que están dando los pasos que ella ha marcado. Cediendo, ensanchando el espacio y buscando la unidad y la mixtura, que tanto pide Díaz.

Ejemplo de ello, explican fuentes moradas, es el acuerdo en Andalucía, donde han cedido en su candidato para llegar a un acuerdo con Izquierda Unida y conseguir esa candidatura de unidad. «El equipo de Díaz nos llamó y nos pidió que aceptáramos a Inma Nieto. Lo hemos hecho». En Podemos ven que ellos han cumplido con el mandato y esperan ahora señales de acercamiento por parte de la vicepresidenta, que se ha desentendido del sello que tratan de plasmar los morados de que Andalucía sea el inicio de su proyecto. No llegan todavía más señales.

En público, sin embargo, evitan cualquier crítica hacia la negociación lastrada en Andalucía y hacia la vicepresidenta. Es ahí donde vuelve a emerger la figura de Iglesias que ejerce como «portavoz en la sombra» para tratar de señalarla. En el embrollo que se cierne sobre la confluencia andaluza, Iglesias busca nombrarla como artífice de la negociación para señalar sus errores en la misma.

Ayer, el exvicepresidente valoró las dificultades existentes entre Podemos e IU para acordar la coalición y agrandó la brecha con Díaz al sentenciar el futuro del proyecto de la vicepresidenta si seguía los pasos de Andalucía: «Podemos dar por muerto su proyecto si repite lo de Andalucía», dijo, a pesar de ser conocedor de que la plataforma que quiere construir la vicepresidenta no quiere caer en los vicios de la vieja política, al alejar el foco de ellos.

De hecho, Iglesias quiso desmentir a la vicepresidenta al aludir a que fue ella quien intercedió para que hubiese acuerdo entre Podemos e IU: «Yolanda Díaz intervino y dijo que la candidata tenía que ser la de IU. Podemos se cuadra porque lo dice la jefa, aunque no estemos de acuerdo, y lo tenemos que asumir», dijo, evidenciando su malestar. Mandó, además, un mensaje a la vicepresidenta sobre esta negociación por nombrar «a dedo» a Inmaculada Nieto como candidata de Por Andalucía.

«La próxima vez» deben establecerse «unas primarias abiertas a la ciudadanía o a los militantes de las formaciones», pidió. «Por lo menos que decida la gente. Si decimos que tenemos que escuchar a la gente, es dejarla que hable, votando y decidiendo. No puede volver a pasar», dijo, a pesar de que la vicepresidenta ya ha garantizado que se presentará a un proceso de elección democrático.

Para Iglesias, su proyecto «ha empezado de la peor manera posible» por el choque entre Podemos e Izquierda Unida por el acuerdo. Mientras, en su partido evitan hablar sobre lo sucedido en Andalucía para no echar «más leña al fuego», aunque admiten que les causó «tristeza» el choque entre Podemos e IU, en palabras del portavoz Pablo Echenique. En privado cada vez es más frecuente que los morados apunten a la responsabilidad de IU al no registrar a Podemos dentro de la coalición Por Andalucía, pero son optimistas en que «se cumplirá el acuerdo» que se dieron todas las formaciones andaluzas.