Defensa
España ya tiene su propio “asesino” de drones con tecnología 100% nacional
El sistema Cervus, que detecta, identifica, sigue y neutraliza objetivos no tripulados, incorpora ahora capacidad “hardkill”: puede destruir directamente el dron
España ha decidido dar un paso adelante y desarrollar su propio sistema antidrones, para lo cual ha optado por tecnología propia. Así, el sistema antidrón Cervus, desplegado por el Ejército de Tierra en la misión de Mali, ha aumentado su capacidad para neutralizar drones con la incorporación de la estación de armas remota Guardian 2.0 de Escribano.
Cervus es un sistema que nace de la colaboración del centro tecnológico Gradiant, la empresa TRC y el Regimiento de Guerra Electrónica nº 31. El proyecto, en las fases I y II, logró la integración de una serie de sensores que permiten la detección, identificación, localización y seguimiento, y, por último, neutralización de drones, pudiendo efectuar misiones en estático, instalado sobre el terreno en un base, o en movimiento, en despliegues móviles sobre un vehículo -Vamtac ST5 BN3-.
El sistema fue dotado con los siguientes elementos principales: detector de drones basado en radiofrecuencias; una serie de antenas; cámara de vídeo con inteligencia artificial; un dron cautivo, que aumenta el rango de visión; y varios inhibidores con distintas potencias, entre ellos uno portátil, basado en un fusil RF. Todo esto aporta una serie de capacidades softkill como obligar al dron a realizar un aterrizaje, obligarlo a regresar al punto de despegue, dejarlo en vuelo estático o bloquear la transmisión de imágenes desde el dron al operador.
El cerebro del sistema es un software de mando y control que controla todos los sensores, reporta el estado de cada uno, marca en un mapa las amenazas y actúa sobre la inhibición. Esta solución es la que está desplegada en la actualidad en Mali para proteger al contingente del Ejército de Tierra español formado por alrededor de medio millar de efectivos.
Cervus III: Oteos y Guardian de Escribano
Ahora, Cervus ha dado un paso más con la entrada de Escribano en la fase III del proyecto. El sistema mejora su capacidad de seguimiento de objetivos -tracking- y suma una nueva, hardkill. Es decir, puede destruir directamente el dron si es necesario. Para ello, TRC, como integrador de todos los equipos, ha incorporado a la solución ya existente la estación de armas remota Guardian 2.0 y el sistema electróptico Oteos de Escribano, además del radar S-3D de ART (Advanced Radar Technologies).
La Guardian, seleccionada para el VCR 8x8, permite montar dos tipos de armas, la Dillon Areo Minigun M134D o bien el Mk-19. En el primer caso, se trata de un cañón rotatorio multitubo de 7,62 mm de alta cadencia de tiro (entre 2.000 y 6.000 disparos por minuto), mientras que la segunda es un lanzagranadas MK19 de 40 mm preparado para utilizar munición del tipo Airburst o de fragmentación (ABM 40 mm de Nammo).
Cervus III, por tanto, permite la detección y clasificación, bien sean por análisis de frecuencias, visual o radar, la inhibición y el derribo de cualquier amenaza RPAS. Esta solución fue una de las grandes novedades del taller celebrado ayer miércoles por el Ejército de Tierra en el que una quincena de empresas presentaron sus soluciones para defender el puesto de mando en el marco del proyecto Ejército 35 y mejorar la toma de decisiones.
El sistema, cabe destacar, es resultado de la colaboración de varias empresas españolas (Gradiant, TRC, Escribano, ART...) y, por tanto, se presenta con el sello ‘100% nacional’. El objetivo es proporcionar autonomía a las Fuerzas Armadas españolas en este tipo de desarrollos que ya son fundamentales para combatir las amenazas aéreas en forma de drones, como demuestra la guerra en Ucrania.
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