Las vistas del despacho de la nueva fiscal jefa Antidroga en la Audiencia Nacional son para fotografiar. En el horizonte de una gran cristalera está la cúpula del Tribunal Supremo que, al fin y al cabo, refrenda las decisiones que allí se toman. “Todavía está un poco frío”, dice Rosa Ana Morán en referencia al despacho. Lleva un mes en el cargo después de que su predecesor José Ramón Noreña estuviera 16 años allí. Explica que tiene que darle su toque personal, pero en realidad Morán ya ha puesto fotografías con el exfiscal general del Estado Manuel Maza -quien falleció estando con ella en Argentina-, imágenes de su Asturias querida, plantas y alguna vela. Pero, sobre todo, en el despacho se respiran las ganas desbordantes de la primera mujer de la historia del Ministerio Público jefa de una de las tres fiscalías especiales (Antidroga, Anticorrupción y Audiencia Nacional) que busca recolocar en el mapa la lucha contra el narcotráfico y remotivar a la plantilla.
¿Qué se ha encontrado al llegar a la Fiscalía? ¿Cuáles creen que son sus retos?
Me he encontrado una Fiscalía un poco olvidada, un gran equipo de fiscales con mucha experiencia que se enfrentan a un tipo de delincuencia muy clásica y yo creo que con cierto desánimo de luchar contra un fenómeno con el que da la sensación de que es imposible acabar. Además, una plantilla congelada desde 2008 y con dificultades presupuestarias. Tenemos que celebrar dos juntas anuales y estos últimos años se celebraba un solo día con poco tiempo para compartir problemas, para unificar criterios… Esas dificultades presupuestarias yo creo que estamos en camino de solucionarlas.
¿Cuántos fiscales antidroga hay? ¿Cómo ha ido incrementando la plantilla?
Somos 14 en la central y 28 delegados en territorios. Muy pocos. Tenemos que ir haciendo aumento de efectivos en muchos sitios. Yo voy a pedir el incremento de dos plazas este años.
¿Algún territorio español donde sea más necesario ese refuerzo? A la cabeza viene el Campo de Gibraltar...
Han incrementado muchísimo los efectivos de Interior pero no la Fiscalía ni los juzgados. Al final se hacen operaciones, muchas detenciones pero se queda todo sin juzgar, en la instrucción.
La mayoría del tráfico de drogas está relacionado con puertos. Los delegados los tenemos fundamentalmente en toda la zona de mar. Aparte de en Madrid, el País Vasco, San Sebastián, Bilbao, Galicia, luego ya viene Huelva… Sin embargo, Castilla y León o Castilla-La Mancha no tienen delegados. Y Algeciras tiene además esa configuración geográfica muy cerca de la entrada de hachís que permite movimiento de barcos. Está incrementándose la plantación de cannabis principalmente en Granada y toda Cataluña.
¿Cómo ha cambiado el narcotráfico con la digitalización?
La utilizan a su favor. Drones para vigilar, pasar mercancía, instrumentos para comunicaciones seguras por ejemplo chats encriptados. Esto nos da el nivel de sofisticación, de gastos que utilizan los delincuentes para comunicarse entre ellos de forma segura. Hay tres chats que sepamos: Encrochat, Sky ECC y Anom. Y alguno más en el que estamos trabajando. Los grandes traficantes saben que no pueden hablar por teléfono.
Hay cierta polémica en torno a la intervención de Encrochat y algún procedimiento ya se investiga en la Audiencia Nacional. ¿Se han abierto más investigaciones gracias a la caída de este chat?
Hay abiertas ya y lo que va a haber... Son los franceses los que lo descubrieron, remitimos OEI [Orden Europea de Investigación] a Francia periódicamente para que nos den información. Europol sigue sacando datos de los chats. No es posible saber cuántas se han abierto porque muchas de las que ya estaban abiertas de repente aparece nueva información de Encrochat y se incorpora. Todavía no hemos acabado con el análisis.
¿Está la Fiscalía preparada para afrontar estos cambios en el nuevo crimen?
No el Código Penal, pero la Ley de Enjuiciamiento Criminal tiene que ser consciente de que estos mecanismos existen y que es difícil encajar diríamos en las previsiones de una intervención telefónica concreta a una persona determinada. Ahora no se produce así. Las encriptaciones son masivas es imposible identificar los usuarios antes; es después cuando ya se ha intervenido todo el paquete de comunicación.
Encrochat ha sido validado por tribunales extranjeros. Tenemos junto a Eurojust equipos de fiscales con los que estamos en comunicación. También es lo que yo aporto porque ya estaba trabajándolo en la Fiscalía de Cooperación Internacional para buscar en la jurisprudencia comparada [qué dicen los jueces en otros países].
No hay sentencias sobre esto, ¿no?
Hasta ahora no pero sí hemos tenido algunas ejecutorias, validación de prisiones provisionales y aquí se ha denegado las nulidades que piden los abogados. Lógicamente los abogados buscan todo tipo de tácticas para que esas pruebas no sean validadas.
La colaboración con la Policía y Fiscalía en este tipo de delitos es muy estrecha ¿Qué papel juega cada una?
Es muy estrecha. Ellos son los que empiezan las investigaciones. Fundamentalmente con la Unidad de Drogas y Crimen Organizada (UDYCO), con la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) para operaciones de blanqueo, con la Unidad Técnica de Policía Judicial (UTPJ) de la Guardia Civil y con la Unidad de Crimen Organizado (UCO). Además tenemos una relación estupenda con el CITCO [el Centro de coordinación e inteligencia sobre crimen organizado]. Esta semana vamos a ir ellos y nosotros a hacer una visita a Algeciras para ver cómo está la situación después del plan de Interior.
¿Hasta qué punto el narcotráfico va aparejado a la corrupción? ¿Trabajan conjuntamente Antidroga y Anticorrupción en esta línea?
Hay lamentablemente funcionarios de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que dejan pasar la droga fundamentalmente en los puertos. Me preocupa muchísimo porque este tipo de delincuencia es capaz de mover cualquier cosa. Normalmente son agentes más de base y es difícil de detectar. Siempre ha habido pero yo creo que ahora hay más de lo deseable y más de lo que yo esperaba. Hay asuntos que afectan a Anticorrupción y Antidroga. Con Alejandro [Luzón, fiscal jefe de Anticorrupción] hablo permanentemente. Tenemos una reunión periódica con el fiscal de la Audiencia Nacional [Jesús Alonso] para poner temas en común. Si viene una causa de droga se investiga aquí. Otra cosa es que tenga terrorismo. El narcoterrorismo si es competencia de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
¿Ha habido colaboración con la Fiscalía Europea?
No, aquí no tenemos nada. Es difícil por la competencia de la Fiscalía Europea que tenga que ver con nosotros.
El Tribunal Constitucional va a revisar el papel de los agentes encubiertos y en la Policía están preocupados por si decaen operaciones antidroga, ¿Cómo se plantea este fallo la Fiscalía?
Yo creo que es un tema que está muy bien resuelto por el Tribunal Supremo, que le ha dado siempre validez a la forma en la que se autorizan aquí a los agentes encubiertos. Nosotros inmediatamente que autorizamos un agente encubierto lo comunicamos al decanato. La competencia es de la Fiscalía, si hubiera querido el legislador que fuera del juez no nos la hubiera dado a nosotros. Creo que está totalmente justificada nuestra valoración de la proporcionalidad, la necesidad, etc.
No creo que haya operaciones en peligro, si las hubiera no las haríamos. Estamos actuando con toda la cobertura del Tribunal Supremo y espero que el Tribunal Constitucional entienda el funcionamiento en este tema.
¿Es España un modelo en la lucha contra la droga? ¿En qué otros países podríamos fijarnos? ¿Qué otros métodos interesantes utilizan para luchar en el extranjero?
España tiene el modelo que corresponde a nuestra propia problemática específica. Tenemos mucha costa. Tenemos costa en el Atlántico por donde entra la cocaína de Iberoamérica, en la zona de Algeciras donde entra de todo (tanto Iberoamérica como hachís) y tenemos plantación de cannabis. Adaptamos la investigación al tipo de fenómeno criminal que tenemos.
A mí me gustaría que la investigación la llevara el fiscal. Creo que sería más ágil y es un tema que no solo afecta a la droga. Aquí [en la Audiencia Nacional] el trabajo de control y de conocimiento recae en los fiscales. Creo que no le oculto a nadie si digo que hay seis jueces de instrucción y solo en esta sede nosotros somos 14 fiscales.