Novedad
Así será el nuevo casco de combate que quiere el Ejército español
Según el diseño sobre el que se trabaja, será más ligero y pequeño, con una calota recortada y también más resistente, capaz de soportar calibres mayores
El Ejército español está trabajando en el diseño del que se convertirá en su nuevo casco de combate y que sustituirá al actual, el denominado Cobat, en servicio en la actualidad. Tierra apuesta por un casco más ligero y pequeño, con una calota recortada; y también más resistente, capaz de soportar no solo impacto de calibre 9 mm, como el actual, sino también de cartuchos .357 y .44 Magnum.
Por el momento, ya se han plasmado los requisitos en un primer borrador redactado por un grupo de trabajo que echó a andar a mediados del año pasado. El nuevo casco ha sido presentado en un taller con empresas centrado en la protección del soldado en el marco del proyecto Ejército 35, celebrado en el Parque y Centro de Abastecimiento de Material de Intendencia (Pcami) en Madrid.
A simple vista la principal diferencia de diseño respecto al modelo operativo en las unidades es la calota recortada, es decir, es más corta tanto por la parte trasera como por los laterales. En líneas generales, el Ejército busca un casco más ergonómico y de menor peso, reduciendo, en contraposición, la superficie de protección.
Otras de las novedades respecto al actual modelo es la integración de un anclaje delantero para el acople de gafas de visión nocturna. Actualmente para la fijación de estos equipos el casco cuenta con un atalaje externo sobre la superficie que no ofrece la suficiente sujeción. También incluirá railes Picattiny laterales para acoplar otros accesorios como cámaras infrarrojas o de vídeo, designadores laser, linternas o luces estroboscópicas.
Este diseño escalable además permite el acople de auriculares tipo Peltor para comunicaciones y cascos de protección auditiva, así como pantallas de protección balística y protectores mandibulares.
Entre los requisitos fijados, el casco deberá ser válido para saltos de alta cota tanto de baja como alta apertura (Halo-Haho), mediante la incorporación de máscara de oxígeno para los soldados. La calota tendrá que dispone de al menos tres tallas, y un sistema de almohadillas de dos niveles, el primero pegado a la parte interior del vaso directamente a modo de chichonera, sobre el que se instalará un segundo nivel las almohadillas de confort y sujeción de la cabeza. El casco Cobat en servicio, hay que recordar, es de talla única y las diferentes tallas se consiguen mediante presión de las almohadillas interiores. Todas las uniones de almohadillas serán mediante velcro.
Respecto el atalaje, dispondrá de un ajuste perimetral tipo BOA para el ajuste occipital y además el punto de anclaje del casco deberá permitir una suelta fácil del casco en caso de sometido a tensión, que no será imantado -como es en el caso del Cobat-, puesto que el imán produce interferencias. Asimismo, el atalaje será compatible con el uso de máscara de NBQ y, en caso de no ser posible, el fabricante diseñará un atalaje que será distribuido conjuntamente con las máscaras NBQ. El casco tendrá una funda que incorpore los velcros para los parches identificativos.
Aumento de la protección balística
En cuanto a los requisitos balísticos, el Ejército establece la resistencia contra el impacto de munición del calibre 9 mm, y también .357 y .44 Magnum, y una resistencia antifragmentos mayor igual a 650 metros por segundo. El actual Cobat no cuenta con protección contra proyectiles .357 y .44 Magnum. También fija un requisito de trauma máximo (en la actualidad está en 20 mm).
Tierra ha descartado que el casco esté homologado como casco de escalada puesto que la homologación para esta actividad exige unas ventanas de aleación incompatibles con la protección balística. También se ha solicitado que el nuevo casco pueda integrarse en el programa Siscap (Sistema de Combatiente a Pie) de la DGAM.
El proceso comenzó el año pasado tras aprobar el jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME) un grupo de trabajo que estableciera los requisitos. El grupo está formado por personal de la Fuerza Terrestre, más concretamente, de las brigadas Paracaidista y Guadarrama, el Mando de Operaciones Especiales y el Mando de Apoyo a la Maniobra; el Mando de Adiestramiento y Doctrina (la Jefatura de Adiestramiento y Doctrina de Infantería) y el Mando de Apoyo Logístico del Ejército (Jefatura de Ingeniería y Parque y Centro de Abastecimiento de Material de Intendencia).
El trabajo, como decíamos, ha dado como resultado un borrador este mes de junio de 2022 que está pendiente del visto bueno del JEME. El diseño final deberá ser homologado por la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) como marca la regulación. Fecsa, fabricante del casco Cobat, ya ha efectuado un prototipo sobre estos requisitos que ha podido verse esta semana en una jornada con empresas en el Pcami junto con el modelo actualmente en servicio.
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