Situación

Abascal intenta blindar su liderazgo con Meloni y Trump

Exhibe unidad en un acto de Vox con la intención de cerrar la crisis que atraviesa su partido

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha tomado las riendas para acabar con meses de ruido interno. Más ahora, cuando cunde el miedo en el partido de una posible escisión de dirigentes que comulgan con la exdiputada Macarena Olona. El relevo de Ortega Smith y el nuevo liderazgo de Ignacio Garriga, quien tendrá el control interno de la organización, son algunas de las decisiones a pasos forzados que ha tomado la cúpula para volver a dar la imagen de partido unido, que hasta ahora lideraba frente a las recientes crisis del resto de formaciones.

Ayer, fue un claro ejemplo de la nueva estrategia dirigida a zanjar la crisis interna. El macroevento Viva22 fue un intento de insuflar ánimo a sus bases. Él mismo lo definió así ante unas 15.000 personas, según datos de la organización. «Gracias por venir una vez más a insuflar el ánimo que querían arrebatarnos», dijo el presidente. En clave interna rechazó los «ataques que arrecian contra Vox».

Ante los ataques a Vox y las críticas por la falta de «democracia interna» e incluso el órdago de Olona que aseguró que, si el partido fallaba, ella estaría, Abascal recurrió a figuras internacionales con los que Vox se siente plenamente identificado. Mirándose en el espejo de Italia ha buscado el espaldarazo de Fratelli. A través de vídeos, Giorgia Meloni, Donald Trump o líderes de Polonia y Hungría han mostrado su apoyo al partido. Abascal buscaba así rodearse del poder internacional para lanzar un mensaje directo a los críticos.

El expresidente de Estados Unidos agradeció a Abascal el «increíble» trabajo que realiza y la próxima primera ministra de Italia denunció la actual construcción europea y mostró su esperanza de que pronto Vox pueda seguir sus pasos en las urnas. «En España, como en Italia, hay una mayoría de ciudadanos que no se reconocen en utopías e ideologías de izquierdas y piden que asumamos la responsabilidad de gobernar», ha sostenido. Desde Hungría, su primer ministro, Viktor Orbán, celebró la «buena costumbre» de los seguidores de Vox de reunirse bajo banderas españolas y ha asegurado que en Hungría también lo hacen.

Abascal aprovechó para lanzar las líneas programáticas de Vox. Presentó el programa «España Decide», con el que el partido defiende la convocatoria de referéndums sobre asuntos como la inmigración, la política energética, el agua, la educación o la igualdad. Frente a esto, presentó su plan para que «nadie vuelva a tomar decisiones a espaldas de los ciudadanos», y que basa en el artículo 92 de la Constitución, que contempla la convocatoria de referéndums, informa Efe. «Tendrán que oírnos cuando pretendan imponer consensos podridos de intereses bastardos y ajenos a los españoles», avisó. «Queremos recuperar la democracia de manos de la partitocracia que ha traicionado al pueblo y al parlamentarismo, de manos de poderes extraños y no sometidos al control popular», avisó.