España
Cabezas medianas
La izquierda aplaude y determinada prensa alienta el escrache a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Es un sinsentido que quienes utilizan la falta de libertad y del derecho a la expresión de un pasado ya pasado sean los que no quieren que haya libertad ni derecho a la expresión en el presente. Es un disparate que se acuse de ser fascista a quien es víctima de un escrache y quienes lo ejecutan, justifican y jalean sean unos demócratas.
Es bochornoso que, determinados medios de comunicación, ya con el prestigio muy resentido por su actuación en el 11-M, se convirtieran en activistas promoviendo unas protestas de odio, días antes de celebrarse el acto de reconocimiento como alumna ilustre en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense a Isabel Díaz Ayuso.
Si ganar unas elecciones con más votos que los recibidos por las tres izquierdas juntas y presidir la Comunidad Autónoma de Madrid, la tercera en población, y la primera en renta per cápita de España, no es ser ilustre, ¿qué es ser ilustre?, o mejor aún ¿qué le hace a alguien ser ilustre? A ver si ahora que el núcleo interno de la Tierra gira en sentido contrario, los valores y los méritos que primen sean chillar, insultar y mentir, o que el grado de ilustre se alcance dando normalidad a la violencia o peor, justificándose.
Decía Fray Antonio de Guevara que es propio de hombres de cabezas medianas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza. La izquierda se equivocó en las últimas elecciones autonómicas de Madrid con una campaña de acoso, confrontación y manipulación. Deben ser de cabeza muy mediana para que dos años después sigan sin haber pillado que la esencia de Madrid es la convivencia, la pluralidad, el respeto y la libertad.
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