Méritos e Infamias

La carta de Franco

Hay que prepararse para recordar la muerte en la cama de Franco y celebrar la revolución imaginaria que nos plantea el Gobierno. La libertad llegó en 1977 porque los españoles nos pusimos de acuerdo sin pegarnos un tiro por primera vez en la Historia

BRUSSELS (Belgium), 23/10/2025.- Spanish Prime Minister Pedro Sanchez arrives for the Euro Summit in Brussels, Belgium, 23 October 2025. EU leaders convene in Brussels to discuss the situation Ukraine, European defence, developments in the Middle East, competitiveness, housing and migration. (Bélgica, Ucrania, Bruselas) EFE/EPA/OLIVIER MATTHYS
Pedro Sánchez atiendo a los medios ayer en BruselasOLIVIER MATTHYSAgencia EFE

A Pedro Sánchez le ponen las mejores cartas de la baraja para jugar la partida. A veces le sale una buena mano y en otras le toca perder, pero siempre poquito, tampoco demasiado. Aunque Míriam Nogueras le provoca y le tiembla la voz, al final el escaso trapío de la oposición le recompone el cuerpo, porque el presidente sabe que quien le pone firme es Junts. Esto de que ni las críticas le rozan y que el “Señor del capó” es el que manda en España lo tenemos clarito, pero bien clarito. Lo que sucede es que la triste realidad nos la adornan con muletillas, capotes y anzuelos finos. Ahora le colocan la carta de la muerte de Franco en la cama de un hospital, como el de la libertad y el Gobierno ya tiene listos los globos sonda para desviar la atención de lo que nos pasa en 2025. Porque a usted y a mí, lo que nos interesa es volver a 1975 y desandar el camino de la Transición. El manual del totalitarismo, ese del que tanto abominan, se lo tienen bien pero que bien sabido, y ahora se trata de resignificar, renombrar, recauchutar, y la madre que los parió; un momento histórico del que pasa la mayoría de los españoles. Básicamente, porque para eso la democracia se encarga de que nos importe más lo que sucederá en 2075 que lo que pasó hace 50 años. Pero yo se lo cuento: la legalización de los partidos y la Constitución se sustentaron en la intención de las cortes franquistas de acabar con el régimen desde dentro. Porque a pesar de que ahora todo el mundo corrió delante de los grises, la oposición de entonces cabía entera un taxi. Franco murió de una flebitis, no hubo un revolución a la portuguesa, y llegó la monarquía. No hay mucho más, lamento chafarle el final emocionante, pero nos queda el heroísmo de quienes por una vez decidieron arreglar España sin matarse unos a otros. ¿Hablamos ahora de las chistorras