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Casado se prepara para pasar por las urnas siete meses después

Los populares barajaban que el presidente intentara aguantar hasta otoño e incluso hasta 2020.

Pablo Casado centró ayer su discurso en el debate de Presupuestos en criticar con dureza la política de Sánchez en Cataluña
Pablo Casado centró ayer su discurso en el debate de Presupuestos en criticar con dureza la política de Sánchez en Cataluñalarazon

Los populares barajaban que el presidente intentara aguantar hasta otoño e incluso hasta 2020.

Pablo Casado dio ayer por terminada la legislatura. «Convoquen elecciones, váyanse», sentenció en su intervención en el debate de Presupuestos, en un duro discurso centrado en Cataluña y en el que como ya es costumbre no utilizó ni papeles ni anotaciones. Fue una sesión plenaria con valor implícito de moción de confianza contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El PP se mueve a oscuras sobre las intenciones de Sánchez respecto a la convocatoria de las generales. Pero cada vez son más los que asumen que la convocatoria puede ser casi inmediata porque en Moncloa «parece que han concluido que el tiempo solo puede traerles más desgaste». Hasta ahora la hipótesis dominante era que incluso sin Presupuestos el líder socialista intentaría aguantar hasta otoño o invierno del año que viene. Génova está obligada, en cualquier caso, a prepararse para todos los escenarios y a enfrentarse al problema de que Casado tenga que afrontar sus primeras elecciones demasiado pronto. Con Vox crecido, con la herencia de Rajoy aún demasiado presente y sin que él haya tenido tiempo suficiente para darse a conocer. En cuanto a cuál sería para ellos el mejor escenario, tampoco lo tienen claro. Hay quienes sostienen que el superdomingo, con generales a la vez que las autonómicas y municipales, les beneficia a partir de la hipótesis de que las municipales las va a ganar ellos, y a los candidatos del PSOE les perjudica, en su opinión, que el cabeza de cartel sea Sánchez. Pero si es antes de autonómicas y municipales hay más dudas.

De momento, a falta de que hable el jefe del Ejecutivo, en Génova sí dan por hecho que habrá generales este año, pero que antes Moncloa se dedicará a preparar el terreno escenificando la confrontación con los independentistas y azuzando el miedo a la derecha para intentar aunar los votos de la izquierda. El mayor peligro del PSOE está en la abstención, como pasó en Andalucía. Si ya era una demanda anterior, tras la manifestación del domingo en Madrid contra la negociación del Gobierno con los independentistas la exigencia de elecciones va a formar parte del discurso de los populares hasta que se despeje la duda de cuándo se convocan. Ayer Casado emplazó a Sánchez a no alargar la «agonía». «España se le queda demasiado grande».

Casado reivindicó ante el Pleno del Congreso la labor del Gobierno de Rajoy contra el proceso independentista en Cataluña. Vox había utilizado horas antes el arranque del juicio del «procés» para reivindicarse, por su papel de acusación particular, la autoría de haber llevado a los líderes secesionistas al banquillo. Y Casado intentó devolverles el golpe desde la tribuna del Congreso con un discurso en el que atribuyó a Rajoy el logro de haber conseguido con su recurso contra el Estatuto de Cataluña que los encausados se sienten hoy en el Tribunal Supremo y no en el Tribunal Superior de Justicia (TSJC).

El debate sobre las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos reflejó la tensión entre el Gobierno y el PP durante el duelo dialéctico entre la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y Casado, centrado en la gestión del Gobierno en Cataluña.

Ayer todos tomaron posiciones de campaña. Casado defendió que el PP será la contención al chantaje independentista y a la rendición socialista, «han traicionado a la Constitución, váyanse», le dijo a Sánchez. Y continuó en esa dura línea: «van a estar poco tiempo en el Gobierno, pero pasarán a la historia por haber estado nueve meses gobernando con el apoyo de los independentistas», «le han quitado a la Justicia su espada para clavársela a la Constitución por la espalda». Montero se revolvió echándole en cara a Casado los casos de corrupción del PP. «Como ha deslizado comentarios sobre mi papel en Andalucía se lo voy a decir: el milagro económico del PP está en la cárcel».