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Terrorismo

Covite denuncia la concesión "ilícita" del tercer grado a los etarras Otegui y Egües sin su arrepentimiento

El colectivo señala que ninguno se ha arrepentido de los asesinatos ni de su vinculación con ETA, lo que supone "una condición indispensable para progresar al tercer grado"

Varias personas se manifiestan para revindicar a las actividades terroristas de ETA y la concesión de los terceros grados Covite

Covite, la principal asociación que luchar contra el enaltecimiento de la actividad terrorista en el País Vasco, ha denunciado la concesión del tercer grado a los etarras Mikel Otegui y Ana Belén Egües, después de la Justicia haya considerado que las dos personas vinculadas con la izquierda abertzale son "presos políticos".

En este sentido, la asociación critica el blanquimiento a los presos de ETA que se han acercado a la libertad sin que "cumplan los requisitos legales indispensables" señalados a la legislación vigente, ya que muchas de los asesinos no sean retractado de manera pública sobre sus actividades relaciones con el terrorismo.

"Al contrario de lo que dicen los portavoces, la ley sí que exige el arrepentimiento como condición indispensable para progresar al tercer grado", ha denunciado Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE.

Según el artículo 90 del Código Penal, las personas que hayan pertenecido a organizaciones criminales o que hayan sido condenados por actos terroristas tendrá la posibilidad de reinsertarse en la sociedad "cuando el penado muestre signos inequívocos de haber abandonado los fines y haya colaborado activamente con las autoridades" para identificar a sus compañeros en la banda terrorista.

Otegui y Egües son tratados como héroes en sus localidades

Sin signos de arrepintiendo, Mikel Otegui fue el foco de atención en una exposición de pinturas en el Ayuntamiento Itsasondo, de donde eran originarios los dos ertzainas que fueron asesinados a manos de Otegui. De la misma manera, los cachorros de la izquierda abertzale han reflejado su rostro en pancartas que pedían el acercamiento de los presos a las cárceles del País Vasco.

Tratada como un heroína, su compañera Ana Belén Egües no piensa pedir perdón por sus actos, ya que se encuentra registrada por el Gobierno vasco como una presa política. Para la presidenta de Covite, "no se pueden conceder el tercer grados", ya que la izquierda abertzale a la que pertenecen prohíbe el arrepentimiento.

Según los informes del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, que analizan el balance de la actividad terrorista, desde la disolución de la banda terrorista, un 60 % de los etarras que han pasado por las prisiones españolas e internacionales han obtenido su puesta en libertad. De los 137 asesinos que perviven en las prisiones, un 34,3% disfrutan de su libertad condicional encuadrados en los terceros grados.