Defensa

Oviedo se rinde ante el Capitán General Borbón

Miles de asturianos han abarrotado las calles de la ciudad para presenciar el desfile de las Fuerzas Armadas y aclamar a Felipe VI y a su paisana la Reina

Si ayer la ciudad de Gijón se volcó con la primera jornada de actos con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, hoy Oviedo no ha querido quedarse atrás en el acto central de esta festividad castrense. Porque los ciudadanos han acudido en masa a la llamada de los dos Ejércitos, la Armada y la Guardia Civil, que han desfilado por sus calles entre aplausos y vítores. Pero también han aclamado sin cesar a Felipe VI, quien en pocas semanas cumplirá diez años de reinado, aunque para algunos de los asturianos que estos días le han arropado siempre será su Príncipe de Asturias, título que ostenta su hija Leonor desde el 19 de junio de 2014, cuando su padre fue proclamado. Pero el que presidía hoy la parada militar ha sido el capitán general Borbón, que ha recibido el calor del público prácticamente desde antes de que llegara a la tribuna. En esta ocasión, al contrario que en Gijón, acompañado por la Reina Letizia, quien, como ovetense, ha recibido también numerosos aplausos y el calor de la ciudad que la vio nacer.

Y es que el recorrido de un kilómetro por las calles de Oviedo por el que han desfilado los cerca de 3.300 militares y guardias civiles se ha quedado pequeño. Los ovetenses no querían perder detalle y, como ya es habitual en estas celebraciones, desde primera hora comenzaron a apostarse a lo largo del trayecto numerosos ciudadanos. Horas antes del inicio, apenas quedaban huecos libres desde los que poder ver a los uniformados y sus vehículos. Así que, a los miles de ciudadanos que llenaban las calles se sumaron otros tantos en los balcones y azoteas, engalanados para la ocasión con banderas de España. Daba igual que ayer ya hubiese tenido lugar una revista naval, una exhibición o un desfile aéreo en la playa de Gijón. Hoy le tocaba el turno al desfile a pie y a los cerca de 160 vehículos y armamento de todo tipo que acompañan a los uniformados. No importaba que no hubiese aviones en esta ocasión. De hecho, los ovetenses pudieron verles sobrevolar la ciudad ayer por la tarde cuando regresaban de Gijón.

A esa gran afluencia de gente también ha ayudado el tiempo, con cielo prácticamente despejado finalmente, lo que ha llevado a muchos, sobre todo a familias con niños, a acercarse al comienzo del recorrido para ver cómo se preparaban los uniformados antes de desfilar. Algunos se han montado en los blindados, se han fotografiado con los militares y han visto cómo cantaban.

Ola de aplausos a los Reyes

Puntual, como es habitual en estos actos (salvo en el 12-O de 2022, cuando Pedro Sánchez le hizo retrasar su llegada), el coche que trasladaba a los Reyes ha hecho su aparición en la confluencia de las Avenidas Hermanos Menéndez Pidal y Galicia, donde estaba la tribuna real. Una ola de aplausos y «vivas» les ha acompañado durante todo el recorrido, ante lo que no han dejado de saludar a la multitud agolpada tras las vallas de seguridad. Desde el minuto uno, la ciudad se ha volcado con esta celebración, que por primera vez recala en la capital asturiana.

Algunos de los ovetenses que han asistido al desfile
Algunos de los ovetenses que han asistido al desfilePaco ParedesAgencia EFE

Don Felipe y Doña Letizia han sido recibidos por la ministra de Defensa, Margarita Robles (a quien los ciudadanos han abucheados entre gritos de "fuera"), y el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro Esteban López Calderón. De fondo, más aplausos y "vivas". Y emoción en las caras de la gente, sabedora de que todo estaba a punto de empezar.

Tras escuchar el himno (con las 21 salvas de artillería como corresponde al Rey), Felipe VI ha pasado revista al batallón de honores que formaba en la plaza y acto seguido ha saludado a las diferentes autoridades civiles y militares. Con el capitán general, vestido con uniforme del Ejército del Aire, ya en la tribuna, ha comenzado el espectáculo.

La bandera, desde el cielo

Los primeros en actuar han sido los miembros de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire (PAPEA), que desde el cielo han descendido portando la bandera de España. Según se iban acercando a tierra los aplausos se hacían más intensos y han estallado al aterrizar en el punto establecido, junto frente al Rey. Pero, sobre todo, los ovetenses han aplaudido con más fuerza cuando por megafonía han explicado que uno de esos paracaidistas, el que portaba la enseña de 15 kilos, es asturiano, el cabo 1º Miguel Antonio Gómez, quien se acaba de proclamar, por segundo año consecutivo, campeón de España en la disciplina de Precisión de Aterrizaje.

Esa bandera es la que se ha izado en un mástil, ante el que, poco después, Felipe VI ha depositado una corona de laurel como homenaje a los que dieron su vida por España, el momento más emotivo de todo el acto.

Poco a poco el silencio se ha ido apoderando de la zona, demostrando el respeto ciudadano, algo que no suele ocurrir, por ejemplo, cuando asiste el presidente del Gobierno, pues muchos aprovechan para insultarle y abuchearle. Pero aquí no y todos han respetado este momento de recuerdo en el que el Rey, como un militar más, ha cantado "La Muerte no es el final".

Las salvas de fusilería han roto el silencio en la zona y, acto seguido, los aviones de la "Patrulla Águila" han surcado el cielo ovetense rugiendo pintando los colores de la bandera en el cielo, provocando los aplausos y vítores de los miles de asistentes.

Desfile terrestre

Y a partir de ahí, el desfile terrestre. Por la Avneida Hermanos Menéndez Pidal han comenzado a desfilar los cerca de 3.300 militares y guardias civiles participantes con unos 160 vehículos, entre ellos 13 carros de combate acorazados y 108 motocicletas, además de diverso armamento. Y todos han saludado a su Capitán General justo cuando pasaban ante la tribuna.

Los espectadores prácticamente no han dejado de aplaudir y animar a los uniformados a su paso, sobre todo a los miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) o la Legión, que este año ha estado representada por el Tercio "Gran Capitán", 1º de la Legión, quienes han desfilado, como es tradición, con su mascota "Baraka", un borrego de dos años. Además, es la unidad que más rápido desfila, con su característica cadencia de 160 pasos por minuto.

Los grandes blindados, como los "Leopardo", los "Pizarro" o el vehículo de zapadores "Castor" han sorprendido a todos los asistentes, sobre todo a los más pequeños, que prácticamente no pestañeaban para no perderse ninguno.

Los últimos en desfilar han sido los Regulares de Ceuta, con su también característica cadencia, en este caso de 90 pasos por minuto, y las unidades a caballo.

Otra pasada más de la "Patrulla Águila", los únicos aviones que se han podido ver en esta parada militar, ha puesto el broche final al acto central del Día de las Fuerzas Armadas.

Tras despedirse de las autoridades civiles y militares, los Reyes han abandonado el lugar como llegaron, entre aplausos y "vivas" de los miles de asistentes que han soportado un intenso sol que el algún momento han tapado las pocas nubes que había. Desde allí se han desplazado al Hotel Reconquista, donde los Monarcas han ofrecido la tradicional recepción a las autoridades, en la que el Rey aprovecha para brindar por las Fuerzas Armadas.