Congreso

Desconcierto entre los socios por cómo Moncloa maneja la negociación de los Presupuestos

El Gobierno se ha puesto en contacto con algunos, pero no con todos, y hay discrepancias sobre la estrategia de Pedro Sánchez.

Sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Comparece el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso. Alberto R. Roldán La Razón.

En el Congreso de los Diputados coexisten actualmente lo que se podrían definir como dos corrientes de análisis sobre los Presupuestos. Por un lado, está la que asegura el Gobierno y que dice que las cuentas públicas se presentarán antes de que finalice el año y que su intención es aprobarlas. Y la otra corriente es en la que militan los socios, algo menos concreta. Esta es más bien de desconcierto. Nadie parece entender con claridad cuál está siendo la estrategia del Ejecutivo en torno a las negociaciones presupuestarias ni qué pretende realmente Pedro Sánchez con este movimiento. Porque que el verdadero objetivo sea aprobar las cuentas es un escenario tachado por todos, como mínimo, de improbable.

De hecho, los socios no se ponen de acuerdo en si se está negociando o no. El Gobierno y otros grupos aseguran que sí, pero otras formaciones como ERC o Podemos aseguran que el Gobierno todavía no les ha remitido nada. Tampoco hay consonancia sobre si Sánchez quiere convocar elecciones. PNV cree que sí, ERC cree que no, Podemos cree que no quiere convocar elecciones, pero que se está preparando para hacerlo. Así todo, mientras a día de hoy ya han pasado 22 días desde el plazo que marca la Constitución para remitir las cuentas al Congreso y se está, en realidad, en el mismo punto que hace semanas.

El Gobierno, sin embargo, se resiste a dejar que esta imagen cale. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró el lunes que llevaría la senda de estabilidad y el techo de gasto "muy pronto" al Consejo de Política Fiscal. Aunque no desveló cuándo, se especula con que pueda ser la semana que viene y ese sería el primer paso antes de acudir al Congreso con los Presupuestos. También se mostró confiado de ello el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que dijo que "pronto se aprobará la senda" y aseguró que se estaba negociando: "¿Estamos dialogando? Sí, con cualquier grupo. Tenemos un parlamento que no es sencillo y eso exige un esfuerzo de diálogo, que es la seña de identidad de este Gobierno".

¿Pero con quién dialogan exactamente? Fuentes de Bildu, por ejemplo, aseguran que sí están negociando y que las conversaciones "están muy avanzadas". En Podemos, en cambio, sucede lo contrario. Incluso, en la formación morada creen que Sánchez no quiere ni siquiera negociar las cuentas con ellos. "Nosotros llevamos muchos años negociando distintas cosas con ellos y cuando quieren conseguir algo, se ve. Ahora no. La forma de negociar está siendo muy extraña", asegura una fuente de Podemos, que reconoce que todavía el Gobierno ni siquiera les ha mandado la propuesta de techo de gasto.

Creen que la estrategia no es la de intentar aprobar los Presupuestos porque, entre Podemos y Gobierno, "vamos hacia una pelea" inevitable y de la que será muy difícil salir encontrando un camino intermedio. O eso dicen. Precisamente, Ione Belarra volvió a insistir ayer en que sus condiciones para aprobar las cuentas pasan por retirar el aumento del gasto militar y dedicarlo a políticas de inversión social con medidas como intervenir el mercado de la vivienda, iniciativas que el Gobierno considera imposibles de asumir y que interpreta que es un no incluso a la idea de negociar.

La formación morada, y otras como el PNV, creen que la idea de Sánchez es llevar las cuentas y, si el Congreso no las aprueba, tener una excusa para convocar elecciones generales. Es una estrategia que ya se vivió en 2019, pero no es una opinión compartida. En ERC creen que después de la entrevista que Sánchez concedió a Televisión Española al inicio del curso quedó muy claro que el presidente del Gobierno tiene la intención de seguir adelante incluso si no hay Presupuestos. Al fin y al cabo, las cuentas llevan prorrogadas ya varios años y el Gobierno ha intentado en todo momento transmitir la idea de que, aunque lo deseable es aprobar unos nuevos Presupuestos, los anteriores son tan "expansivos" que no pasa nada si hay que prorrogarlos de nuevo.

Las fuentes de ERC, que aseguran que el Gobierno tampoco está negociando los Presupuestos con ellos, comentan que en su partido no es una cuestión a la que presten demasiada atención. Los republicanos se reconocen más centrados en los debates en clave catalana y en la importancia de que el Ejecutivo termine de cumplir los compromisos a los que Sánchez llegó con Oriol Junqueras.

Esa condición de cumplir los compromisos también es el reclamo que hace Junts, aunque se muestran más duros a la hora de negociar con el Gobierno. Su portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, llegó a decir ayer que no iba a votar ningún presupuesto de Sánchez. Sin embargo, en Moncloa celebran que las conversaciones se mantienen vivas y que Carles Puigdemont sigue recibiendo a José Luis Rodríguez Zapatero. La propia Montero reconoció el lunes que la relación con ellos "hay veces que está más fluida y hay veces que necesita mayor diálogo", pero que ahora "estamos en el mayor diálogo".