Opinión
Desengrasando
Que si, que no, que no es lo que parece, que parece lo que no es. Así llevamos una semana, sin saber en qué se ha cedido
En la relación de Junts y el PSOE nada es lo que parece y todo lo que parece no es. Después de ver al ministro Bolaños colgado del teléfono durante todo el debate de los decretos anticrisis, con sus salidas y entradas del hemiciclo, pegado al móvil como un adolescente, pendiente del mensaje y de la llamada entrante, siendo el foco de todas las miradas, el protagonista de quien dependía el sí, el no o la abstención, uno podría llegar a la conclusión de que la relación entre ambas partes, cuanto menos, es fluida.
Pero escuchando a Míriam Nogueras, diciendo que ellos, los de Junts, pedían y pedían, hasta lo indecible e imposible según se acercaba el momento de la votación, y, ante su sorpresa, Bolaños cedía y cedía, cediendo las competencias de la inmigración, más que una relación fluida pareciese una relación unidireccional.
Siguiendo con el absurdo de aquella tarde, culminada con la frase lapidaria de Pedro Sánchez “bien está lo que bien acaba”, sin saberse cómo acaba, si se ha cedido en la transferencia de inmigración de manera completa, casi o nada, según se iban produciendo las declaraciones de los dirigentes de Junts y los miembros del gobierno, (porque se pactó de aquella manera, diría Patxi López), conociendo el significado de la palabra dada de Sánchez, normal que Cerdán y Turull se reúnan para engrasar las relaciones porque resecas y chirriantes están un rato. Que si, que no, que no es lo que parece, que parece lo que no es. Así llevamos una semana, sin saber en qué se ha cedido. Cada día se asemeja a una caja de bombones en el que nunca sabes el que te va a tocar.
Si el aceite desengrasante va a ser amparar el terrorismo y allanar comisiones del ‘lawfare’ prefiero que usen la vaselina y el lubricante para tal fin.
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