Oficialidad del Catalán

Encalla el segundo intento del Gobierno para hacer oficial el catalán en la UE

Mañana va al Consejo de Asuntos Generales de la UE por decisión de Albares, aunque sigue sin contar con los apoyos suficientes

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, junto a su homóloga de Eslovenia, Tanja Fajon. REMITIDA / HANDOUT por FRANCOIS LENOIR / EUROPEAN COUNCIL Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 15/07/2025
Albares insiste en suspender el Acuerdo de Asociación con Israel mientras dure la guerra en GazaFRANCOIS LENOIR / EUROPEAN COUNCEuropa Press

Nuevo intento. El Gobierno reactivará este viernes una causa que parece perdida: la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en las instituciones europeas. Una de las tantas exigencias que Carles Puigdemont puso encima de la mesa para apoyar la investidura de Pedro Sánchez después de perder las elecciones.

Con la legislatura en punto muerto, por la falta de apoyos parlamentarios y por el aluvión de escándalos de corrupción que golpean a la Moncloa, el Ejecutivo busca seducir a sus socios independentistas para mantenerlos dentro del barco. A ERC, trata de agasajarle con un controvertido cupo fiscal para Cataluña. A Junts, con la contienda de la lengua en Bruselas.

Una batalla que parece perdida antes de empezar, porque desde el 27 de mayo, cuando se llevó la iniciativa al Consejo de Asuntos Generales, nada ha cambiado. Entonces, en el órgano en el que se dan cita los Ministros de Exteriores del bloque, el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, ante la falta de respaldos, optó por retirar la propuesta que dirimía el futuro de las tres lenguas cooficiales de nuestro país en Bruselas. Es decir, ni siquiera llegó a votarse.

Las maniobras de Feijóo en la UE, claves

Hasta una decena de países se negó a respaldar el plan del Gobierno español por las dudas que generaba. Algunos de ellos, caso de Finlandia o Suecia, no tuvieron inconveniente en manifestar públicamente su rechazo. Otros, como Alemania, también torcieron el pulgar hacia abajo. La resistencia del canciller Friedrich Merz, entre otras cosas, respondió a la presión que ejercida por Alberto Núñez Feijóo entre los colegas de su familia política en Bruselas. Aunque en Génova no quieren airear las maniobras de su líder con los mandatarios del PP europeo para torpedear a Sánchez.

El pasado 24 de junio, en Luxemburgo, tuvo lugar una nueva reunión del órgano europeo donde debe aprobarse la oficialidad del catalán. Quedó fuera de la agenda porque la situación seguía igual. Ahora el escenario torna más halagüeño. Pero no del todo. El punto a favor es que Dinamarca, país que se mostró partidario de la causa, asume desde este uno de julio la presidencia de turno de la Unión. En contra, que sigue habiendo países que ponen pegas. Por lo que todo apunta que el Gobierno volverá a encallar este viernes.