Entrevista a Cayetana Álvarez de Toledo: “La política de Sánchez es la más anticatalana”

“Promovería una reforma para que personas procesadas por agresión a la democracia no puedan presentarse”, asegura la candidata del PP por Barcelona sobre la irrupción de los dirigentes encarcelados en campaña.

Sorpresa de la campaña, Cayetana Álvarez de Todelo ha vuelto al PP en su plaza más difícil, Barcelona, para enfrentarse al independentismo.

¿Sería un fracaso no igualar los seis escaños de 2016?

No me voy a medir respecto a fracasos y éxitos anteriores, yo vengo a trabajar sostenidamente para conseguir el fortalecimiento del constitucionalismo.

¿Cómo se ensancha la base del constitucionalismo?

Con una profunda pedagogía política, plantando cara al nacionalismo y explicando y convenciendo a cada vez más ciudadanos de las infinitas bondades del pensamiento base de la modernidad y la ilustración que son libertad, igualdad, fraternidad, solidaridad.

Se ha mostrado partidaria de una lista única.

Veo mucho más que eso, veo una reagrupación y un reordenamiento del espacio de la razón tarde o temprano. Aquí hay dos opciones: hay quienes defienden caminos de involución democrática, de más separatismo, más segregación, más nacionalismo, más populismo y menos democracia y libertad; y quienes defendemos un modelo de una España ilustrada, tolerante, unida en su diversidad.

¿Cabe Vox en ese espacio?

Vox es un partido nacionalista y yo tengo problemas con Vox porque es un partido de exaltación nacional. No me gusta ningún tipo de nacionalismo.

Si para el PP fuera necesario su apoyo, ¿qué le dirá a Casado?

El ejemplo de Andalucía está funcionando extraordinariamente bien. Hay un acuerdo de gobierno con Cs y Vox lo ha apoyado desde fuera y ha renunciado a sus propuestas más simplistas en aras del bien común. Estoy segura de que hará lo mismo, que aparcará algunas de sus propuestas más simplistas para favorecer el bien común de España. Eso sería el verdadero patriotismo.

Los sondeos dan un resultado muy apretado entre bloques.

Primero hay que saber que Sánchez es el candidato de los separatistas, de los golpistas, nacionalistas, comunistas e incluso de los partidos vinculados históricamente al terrorismo de ETA. Por eso es muy importante que Sánchez y sus socios no gobiernen en España, es una cuestión casi de higiene democrática.

¿Sánchez es peor que Vox?

Es mucho peor, es el principal peligro que tiene la continuidad del Estado constitucional español. Es un señor sin escrúpulos dispuesto a lo que sea para permanecer en el poder, incluso a cargarse su partido y por supuesto la convivencia, la libertad, la igualdad y la Constitución.

Apuesta por aplicar el artículo 155. ¿En qué áreas?

Lo importante es que se cumpla la ley porque es lo que nos protege a todos. A partir de ahí, recuperación de los principios democráticos y empoderamiento del constitucionalismo. La mitad de Cataluña ha sido silenciada, arrinconada, maltratada, humillada durante mucho tiempo. Ha estado desamparada y nuestra obligación es que esa mitad obtenga todo el respaldo moral y político que merece. Los demócratas de Cataluña deben tener cada vez más espacio, fuerza y protección. Para eso hay muchas medidas: cumplimiento ley de símbolos, ley de lenguas, iniciativas para promover la concordia, acabar con el adoctrinamiento, reforzar la alta inspección educativa y favorecer lo común.

Dice que el «nacionalismo se ha comportado como un niño consentido». ¿Se le ha permitido?

Por supuesto, ningún problema con la autocrítica. La diferencia es que el PP ha aprendido de sus errores y el PSOE se empeña en persistir en el error y en agravarlo. La política de Sánchez es premiar al golpismo y desamparar a los demócratas. Nuestra política es amparar y proteger a los demócratas y que el golpismo tenga su justo castigo. Son dos maneras antagónicas. Diré más, la política de Sánchez sobre Cataluña es la política más anticatalana que se ha hecho, precisamente porque desampara a los constitucionalistas y considera que Cataluña está condenada a ser gobernada, dirigida y dominada por una ideología reaccionaria.

¿Qué piensa de que los dirigentes independentistas presos puedan participar en campaña?

Una ofensa democrática. Rebela un error, una falacia muy profunda que es esa idea de que los que están procesados por causas gravísimas de rebelión o sedición, por causas políticas, son en el fondo de mejor condición que otros y que sus delitos no son tan graves, sobre todo si son nacionalistas. Se les da un plus de legitimidad sobre cualquier otro delincuente o preso. Imagínese usted si se sigue este criterio, los procesados por corrupción en cárcel preventiva deberían dar ruedas de prensa todos los días. ¿A qué nos escandalizaríamos todos?

Se presentan al 28-A.

No deberían poder presentarse. Yo promovería una reforma para que las personas procesadas por agresión a la democracia, por rebelión y sedición, no puedan presentarse a unas elecciones. Me parece un disparate.

Durante la campaña se ha mostrado muy dura con TV3. ¿La cerraría?

Es muy sencilla la frase, TV3 es de todos o no es de nadie. Y hay otro asunto muy relevante: se ha convertido en una televisión residual en el sentido de que solamente le habla a una parte de la sociedad. El problema es que la pagan todos, y eso se tiene que corregir por la vía natural de una reflexión moral desde la propia cadena. Es sencillamente alucinante que una cadena que pagan todos se dedique a humillar a la mitad. La reflexión la tienen que hacer ellos y sino, no hay ningún problema en decir que habría que cerrarla si no cumple con unos mínimos códigos deontológicos y democráticos. Es una cuestión de ser adultos y responsables. El nacionalismo se ha comportado como un niño consentido y mimado, que hace lo que le da la gana con lo que es de todos y se le ha permitido que actúe así. Eso se acabó.