Europa avala a España y denuncia el contrabando de tabaco en Gibraltar

Como consecuencia de la denuncia presentada por España, y en virtud de los datos recogidos y las visitas realizadas a Gibraltar en el marco de su investigación, la Oficina Europea de la Lucha Contra el Fraude (OLAF) reconoce que existen indicios de que se están cometiendo delitos de contrabando y blanqueo de capitales en dicho territorio, e insta a las autoridades españolas y gibraltareñas a tomar medidas al respecto.

Una vez finalizada la investigación, la OLAF recomienda la apertura de las «correspondientes diligencias judiciales» a la Fiscalía española y a las autoridades gibraltareñas, según una carta remitida por la institución a la que ha tenido acceso LA RAZÓN.

La investigación se abrió en 2013, después de que la OLAF recibiera «información concreta» sobre el incremento del contrabando de cigarrillos en el sur de España. Una delegación de esta oficina viajó a Gibraltar hasta en tres ocasiones y, en febrero de 2014, acudió a Bruselas con el objetivo de «obtener información adicional respecto al mercado de cigarrillos en Gibraltar». Aunque según estas mismas fuentes no existía aparente «conexión directa» entre esta investigación de la OLAF y las discusiones entre la Comisión, España, Gibraltar y Reino Unido sobre los problemas en la frontera del Peñón, «algunas de las cuestiones están relacionadas, ya que el contrabando de tabaco es uno de los temas que examinó la misión de la comisión a la frontera en 2013», señalaron. Es, precisamente, el férreo control establecido por España sobre estos delitos de contrabando lo que genera las que, desde Bruselas, se tildan como «desproporcionadas» colas en la verja.

«Las conclusiones de la investigación de la OLAF indican que hay motivos para creer que los delitos de contrabando de tabaco y blanqueo de capitales, afectando a los intereses financieros o de otra índole de la Unión Europea, han sido cometidos», reza la misiva. Y así lo demostrarían los datos sobre contrabando en Gibraltar que se manejan en los últimos años. Entre 2006 y 2011, la exportación de tabaco vía terrestre con destino a este territorio se triplicó, un incremento que no concuerda con la reducción poblacional a la que se vio sometido Gibraltar en ese mismo periodo.

Además, en 2012 y 2013 la exportación superó los 110 millones de cajetillas anuales, un volumen que, de ir destinado al consumo interno, significaría, sólo en 2012, nueve cajetillas –180 cigarros– por habitante al día.

En cuanto a la importación, los números se superan. En 2013 se importaron 117.543.555 cajetillas y, entre enero y mayo de 2014, 36.075.560. Esto supone un descenso respecto al mismo periodo del pasado año, cuando se importaron 54 millones, una reducción que se debe a la presión que se está efectuando en la frontera.

Esta vigilancia exhaustiva supuso que entre 2010 y 2012 se incrementasen las aprehensiones de cajetillas en un 225%. En 2012 se intervinieron 636.499 cajetillas; en 2013, 971.493 y, entre enero y mayo de 2014, 295.698. Además, sólo en este periodo, el cerco sobre los contrabandistas se saldó con 2.793 detenciones de infractores.

Sobre este tráfico ilegal de tabaco, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, dejó claro que «el único objetivo que está buscando España es que se cumpla la legalidad internacional y la legislación comunitaria», por lo que seguirían proponiendo «la puesta en marcha de grupos "ad hoc"para resolver los asuntos pendientes».

Los ingresos que genera el tabaco en el Peñón suponen un 19% del PIB y un 33% de su presupuesto, equivalente a su inversión en Educación y Sanidad.