Terrorismo
El exdirigente etarra "Ata" renuncia a recurrir su condena por el asesinato de Giménez Abad
Fiscalía y víctimas tampoco recurren la absolución de la etarra Zaldua, por lo que la sentencia por uno de los 379 asesinatos de ETA sin resolver ya es firme
La sentencia que condenó a 30 años de prisión al exdirigente de ETA Mikel Carrera Sarobe, "Ata", por el asesinato de Manuel Giménez Abad el 6 de mayo de 2001, y absolvió a la otra acusada, la etarra Itxaso Zaldua, ya es firme. Una vez agotado el plazo para recurrir el fallo en casación ante el Tribunal Supremo (TS), ni la defensa de "Ata" ni las acusaciones -Fiscalía, Dignidad y Justicia (DyJ) y la familia de la víctima- han dado ese paso, por lo que la resolución es definitiva. Así lo ha determinado la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional en un auto firmado el pasado viernes al que ha tenido acceso LA RAZÓN en el que decreta la firmeza de la sentencia una vez "transcurrido el plazo legalmente previsto para interponer recurso de apelación".
El asesinato del que en esas fechas era senador y presidente del PP de Aragón -tiroteado a bocajarro cuando se dirigía junto a su hijo menor de edad a ver un partido del Real Zaragoza en el estadio de la Romareda- era uno de los 379 atentados de ETA que siguen sin resolverse.
La decisión de la defensa de Carrera Sarobe -identificado por varios testigos como el autor de los disparos o el terrorista que huyó del lugar de los hechos tras el atentado- se produce después de que uno de los tres magistrados que conformaron el tribunal, José Ricardo de Prada, discrepara de su condena y defendiera en un voto particular la absolución de "Ata". Según expuso el magistrado, no existía prueba suficiente para sustentar su condena como autor material del asesinato de Giménez Abad. Los indicios contra él, señaló, no eran "de suficiente entidad" para concluir que fue el autor de los disparos "más allá de toda duda razonable".
Cadena perpetua en Francia
Pese a que "Ata" (a quien se notificó la resolución el pasado 26 de septiembre a través de su procurador) podía haberse acogido a ese voto particular para intentar anular la sentencia en el Tribunal Supremo (TS) con esos mismos argumentos del magistrado discrepante, finalmente su defensa no lo ha hecho. Carrera Sarobe cumple dos condenas de cadena perpetua en Francia: por el atentado de Capbreton de 2007 en el que fueron asesinados los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero y por la muerte de un policía francés tres años después. En España solo había sido condenado hasta ahora a diez años de cárcel por un delito de depósito de explosivos, por lo que esta nueva condena sí afectaría al cómputo de estancia en prisión en nuestro país en caso de que quede en libertad en el país vecino.
La sentencia condenó también al exjefe de la banda terrorista a pagar una indemnización de 250.000 euros a la mujer y a los dos hijos del senador asesinado.
En lo que sí se puso de acuerdo el tribunal fue en la absolución de Itxaso Zaldua (para quien la Fiscalía pedía 30 años de prisión), al no apreciar pruebas suficientes para concluir que se trataba de la mujer con la que varios testigos vieron huir del lugar de los hechos a Carrera Sarobe. Aunque fue identificada fotográficamente -lo que llevó a su detención en julio de 2020, a apenas unos meses de prescribir los hechos-, la Sala juzgó insuficiente ese reconocimiento, así como los informes policiales que le situaban en Zaragoza el día del atentado (rechazando asimismo que formara parte entonces del "comando Basajaun", al que las acusaciones atribuían el asesinato).
En la absolución de Zaldua fue decisivo el testimonio de varias amigas de la acusada, que aseguraron que ese día estaban juntas en el cine, llegando a aportar una de ellas sorpresivamente la entrada que había conservado más de veinte años.
"Cayó al suelo y le remató"
La mayoría del tribunal sí dio credibilidad al testimonio de Borja Giménez Larraz, el hijo del senador que le acompañaba cuando fue asesinado, que ya había identificado a "Ata" antes del juicio fotográficamente y en una rueda de reconocimiento en París. Tanto su declaración como las de los testigos protegidos que identificaron al terrorista resultaron para la Sala una prueba "absolutamente convincente" para condenar a Carrera Sarobe.
En su declaración como testigo ante el tribunal, el hijo del político asesinato reiteró que Carrera Sarobe fue "la persona que disparó contra mi padre". Borja Giménez Larraz había reconocido a "Ata" en 2014 y 2018, la primera de ellas fotográficamente y, según recalcó, sin haberlo visto antes ninguna imagen suya. "Le puedo asegurar que no llevaba ninguna idea preconcebida en la cabeza", aseguró a preguntas de la fiscal Ángela Gómez-Rodulfo. Sí había visto en prensa fotografías del terrorista, admitió, cuando acudió a París a la rueda de reconocimiento en la que lo reconoció "perfectamente". "Tenía unos rasgos muy característicos, que eran su mirada y su mandíbula". "Ese señor era el que había disparado contra mi padre el 6 de mayo de 2001", ratificó.
"Íbamos por el mismo camino que solíamos hacer los domingos para ir al fútbol y una persona se acercó a mi padre y le disparó", recordó ante el tribunal. "Cayó al suelo y le remató de un disparo en la cabeza y me miró a la cara. Nos vimos perfectamente las caras".
"Ata" lo negó todo
Carrera Sarobe negó en el juicio que el día del atentado estuviese en Zaragoza -pese a que varios testigos lo identificaron-. Se encontraba, dijo, en el municipio vascofrancés de Senpere en una fiesta en defensa del euskera. "Es una fiesta que todos los años íbamos los amigos y ese año también estuvimos ahí", aseguró, una versión a la que no dio credibilidad el tribunal.
"No he participado en esos hechos", insistió el exjefe de ETA, que aunque admitió que le había costado acordarse de dónde se encontraba ese día, dejó claro que estaba "absolutamente seguro" de "dónde no estaba". "Ni yo ni el "comando Basajaun" tuvimos nada que ver con la muerte del sr. Giménez Abad", concluyó.
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