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Crisis del PSOE

Un experto en lenguaje no verbal analiza el discurso de Pedro Sánchez: "Expresa contención verbal y malestar"

El presidente del Gobierno mostró señales claras de incomodidad y emociones reprimidas durante su reciente comparecencia tras la dimisión de Santos Cerdán, según el análisis de un especialista en lenguaje no verbal

Sánchez sobre Cerdán: "No debimos confiar en él" Daniel GonzalezEFE

Pedro Sánchez compareció el pasado jueves en la sede del PSOE con gesto serio y tono firme para dar explicaciones sobre el escándalo que ha salpicado a su ya exsecretario de Organización, Santos Cerdán. Lo hizo pidiendo “perdón” a la ciudadanía por haber confiado en alguien ahora implicado en un informe de la Guardia Civil por el presunto cobro de comisiones. Sin embargo, más allá de sus palabras, hubo otro lenguaje que no pasó desapercibido para quienes saben interpretarlo: su comunicación no verbal.

El creador de contenido conocido como Ciencias del comportamiento (@cienciascomportamiento), que afirma ser guardia civil formado en Negociación de Incidentes Críticos y Análisis del Comportamiento por el FBI, especializado en lenguaje no verbal y que cuenta con más de cuatro millones de seguidores en TikTok, publicó un análisis del discurso de Sánchez que ya acumula miles de visualizaciones. En él, detalla cómo el presidente expresó signos visibles de incomodidad y contención emocional durante los primeros segundos de su intervención.

La señales de tensión de Sánchez durante su discurso

Uno de los gestos que más llama la atención es el que el experto denomina “boca en ostra”, una expresión facial caracterizada por los labios cerrados hacia adentro, como si quisieran esconderse. Según este analista, se trata de una manifestación típica de contención verbal: la persona tiene algo que quiere decir, pero lo reprime. De esta manera, el presidente no sólo está midiendo su discurso, sino que también está haciendo un esfuerzo consciente por controlar lo que expresa.

A esto se suma un gesto casi imperceptible, pero revelador: tragar saliva. Esta acción, que puede parecer insignificante, se vincula en muchos contextos con el malestar emocional. Es una respuesta fisiológica al estrés, relacionada con la sequedad bucal propia de situaciones tensas o incómodas. En este caso, el analista lo interpreta como una muestra clara del impacto emocional de la situación para el presidente.

Otra de las señales destacadas por el especialista es el momento en el que Sánchez presiona los labios contra sí mismos, hundiéndolos levemente. Este gesto, indica, refleja el intento de contener una emoción negativa, probablemente frustración o enojo. Es una forma inconsciente de regular el estado emocional en público, especialmente en una comparecencia en la que debe mantener el control.

Durante su intervención, Sánchez no sólo intentó marcar distancias con Cerdán, asegurando que en su partido hay “tolerancia cero” con la corrupción, sino que también reiteró su intención de agotar la legislatura y presentarse de nuevo en 2027. Todo ello mientras mantenía una expresión facial austera, con pocos gestos espontáneos y una postura corporal rígida.

El poder del lenguaje no verbal en la política

La política no se juega únicamente en el terreno de las ideas o de los discursos, sino también en el de las emociones. Gestos, silencios y microexpresiones transmiten tanto, o más, que las palabras pronunciadas. Dado el contexto tan delicado como el que rodea actualmente al Gobierno, y especialmente el de Sánchez, donde la integridad de su entorno más cercano ha sido cuestionada, cada detalle cuenta.

De esta manera, la comparecencia del líder del Ejecutivo fue relevante, no tan sólo por lo que dijo, sino también por lo que su cuerpo comunicó sin palabras. Y según los expertos, ese lenguaje no verbal expresó sin articular palabra la tensión, incomodidad y un esfuerzo visible por contener emociones ante una situación política compleja.