Terrorismo

Hoy se cumplen 35 años del asesinato por ETA de seis policías nacionales en Sabadell que iban a bordo de una furgoneta sin blindaje

Dos de los pistoleros murieron en un enfrentamiento con la Guardia Civil tras cometer el atentado contra el cuartel de Vic

Imagen del monolito en recuerdo a las víctimas del atentado de Sabadell
Imagen del monolito en recuerdo a las víctimas del atentado de SabadellAyuntamiento de SabadellArchivo

Han pasado 35 años y aún entonces las furgonetas de la Policía Nacional no iban blindadas pese al peligro permanente de ETA, incluida Cataluña. Seis viudas y trece huérfanos recuerdan seguro lo ocurrido. En la actualidad, un sector de la política anda empeñado en el blanqueamiento de los asesinos, pero la historia no se puede borrar y seis agentes de la Policía Nacional permanecen como mudos testigos en la memoria de los españoles de bien.

8 de diciembre de 1990. Poco antes de las 17:00 horas, un coche-bomba hizo explosión en la confluencia de las calles Josep Aparici y Ribot i Serra de Sabadell, al paso de un convoy de dos furgones sin blindaje ocupados por miembros del Cuerpo Nacional de Policía. Los agentes acudían a prestar servicio al estadio de fútbol de la Nova Creu Alta con ocasión del partido de segunda división entre los equipos Club Deportivo Sabadell y MálagaClub de Fútbol.

La onda expansiva provocada por la activación a distancia del artefacto explosivo alcanzó de lleno al furgón policial que iba en segundo lugar de la marcha. Apenas había recorrido cien metros desde su salida de la comisaría.

El miembro de la organización terrorista ETA que accionó la bomba asesinó a los siguientes policías nacionales: Ramón Díaz García, Juan José Escudero; Juan Gómez Salazar; Eduardo Hidalgo Carzo; Miguel Marco Martínez y Francisco Pérez Pérez. Otros dos agentes resultaron heridos, así como nueve ciudadanos que transitaban por la zona.

El convoy realizaba casi siempre el mismo itinerario cuando había partido de fútbol en la Nova Creu Alta, hecho conocido por los terroristas tras haber llevado a cabo labores de vigilancia previas al atentado.

Según el Ministerio del Interior y varias investigaciones judiciales, dos de los etarras que participaron en la acción terrorista de Sabadell, Juan Carlos Monteagudo Povo, ex miembro de Terra Lliure, y Juan Félix Erezuma Uriarte, fallecieron el 30 de mayo de 1991 en el municipio barcelonés de Lliçà de Munt en un enfrentamiento armado con agentes de la Guardia Civil. El día anterior a su muerte, los dos terroristas habían perpetrado junto a Juan José Zubieta Zubeldia el atentado con coche-bomba contra la casa-cuartel de Vic (Barcelona). Esta acción terrorista causó la muerte a nueve personas, cinco de las cuales eran menores de edad.

Ramón Díaz García, de cuarenta y dos años, era natural de Casillas de Coria (Cáceres). Estaba casado y tenía cuatro hijos. Llevaba destinado en Sabadell catorce años.

Juan José Escudero Ruiz conducía el furgón policial que fue alcanzado de lleno por la explosión. La víctima, de cincuenta y dos años y natural de Gor (Granada), estaba casada y tenía cuatro hijos. Llevaba veintidós años de servicio en Sabadell. En el momento de su fallecimiento pertenecía al Parque Móvil de Barcelona.

Juan Gómez Salar tenía treinta y seis años. Estaba casado y tenía un hijo. Residía junto a su familia en Barberà del Vallès (Barcelona). Estaba destinado en la comisaría de Sabadell desde hacía cinco años.

Eduardo Hidalgo Carzo, de cuarenta y tres años y natural de Badajoz, estaba casado y tenía dos hijos. Llevaba doce años de servicio en Sabadell.

Miguel Marcos Martínez tenía cincuenta y tres años. Estaba casado y tenía dos hijos de catorce y nueve años de edad.

Francisco Pérez Pérez tenía veintinueve años. Se había casado tres meses antes. Llevaba tres años de servicio en Sabadell.

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