23-J

Iglesias envenena la negociación con Sumar y culpa a sus aliados

Quedan 72 horas para llegar a un acuerdo y los morados exigen un alto número de puestos de salida

El exvicepresidente del Gobierno y exlíder de Podemos, Pablo Iglesias
El ex vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias Nacho GallegoAgencia EFE

Quedan tres días para que salga adelante o fracase la operación de alto riesgo en la izquierda a la izquierda del PSOE. Sumar y hasta quince partidos deben llegar a un acuerdo inmediato para concurrir juntos a las elecciones generales del próximo 23 de julio y sobre el papel solo hay un acuerdo político confirmado. La presión es máxima porque Yolanda Díaz no quiere agotar el plazo al completo y busca presentar un pacto este miércoles o a más tardar, el jueves.

Los nervios y las tensiones seguían al cierre de esta edición, cuando el reloj está a punto de vencer y, entre medias, una «mano negra», –según criticaban ayer desde partidos implicados en las negociaciones– envenenó la futura alianza. El ex secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, rompió el compromiso que Sumar había pedido a todos los partidos con los que negocia. Radió en directo vetos que atribuyó a la izquierda con la que compite para configurar una confluencia de izquierdas en torno a Sumar. «Uno de los problemas que tiene el espacio político de Unidas Podemos es de tipo territorial. Hay tres territorios, donde hay tres fuerzas políticas que están diciendo abiertamente 'con Podemos, no': Madrid, Comunidad Valenciana y Catalunya. Allí hay tres partidos de ámbito territorial (en referencia a Más Madrid, Compromís y los Comuns), que dicen 'aquí nosotros solos’», según denunció en la tertulia en la que participa en la Cadena Ser. Todo a la vez que su partido, horas antes, había intentado rebajar el tono y desde los equipos negociadores evitaban dar detalles para «preservar» el acuerdo. Iglesias reventaba así las conversaciones de Podemos con los partidos señalados directamente por él.

Las acusaciones de Iglesias fueron desmentidas de facto por parte de los actores implicados. Sentaron como un jarro de agua fría en sus respectivos cuarteles generales. Según explican desde Más Madrid, en ningún momento se ha puesto encima de la mesa de negociación el rechazo a que la ministra Irene Montero o el portavoz Pablo Echenique concurran en las listas electorales.

A partir de ese momento, la batalla en la izquierda todavía se recrudeció más, con un episodio de filtraciones interesadas pero que, a la hora de la verdad, nadie asume su autoría. Entre Podemos y los comunes. Estos últimos denunciaron que la dirección estatal morada les ha trasladado que están negociando a dos bandas de cara a las elecciones generales, por si naufragaba la operación con Yolanda Díaz. Una información que los republicanos negaron «rotundamente», según fuentes del partido, que reclaman que «las disputas internas de otras formaciones no los sitúen en filtraciones interesadas», cuyas salpicaduras se van extendiendo en el bloque de la izquierda como queda constatado ahora con ERC. Por su parte, fuentes de los comunes dicen que los de Ione Belarra amenazan con pactar con ERC. Ante esto, al igual que los republicanos desmintieron enseguida, la cúpula de Ione Belarra se mantiene en un silencio sepulcral. Los republicanos dejan ver que se trata de una estrategia para presionar a Sumar en la mesa de la negociación. Los comunes pilotados por la alcaldesa Ada Colau se cobraron, eso sí, su reproche, por la acusación directa de Iglesias. «Denotan una falta de conocimiento de las negociaciones de alguien que no está participando en ellas», zanjan.

A pocas horas de que venza el plazo, los escollos para el «sí» entre Podemos y Sumar son los mismos. Sin avances significativos en cuanto a las listas electorales, a la marca electoral definitiva o, a la logística de la campaña, es decir a los recursos a repartir entre los partidos, o a quién llevará la iniciativa y la responsabilidad de la misma, entre otras. Los morados, oficialmente, solo insisten en que se encuentran trabajando «por la unidad» y en llegar a un acuerdo. Según ha podido saber este diario, el grueso de las negociaciones encallan por los puestos en las listas. Los morados estarían pidiendo puestos muy altos y en lugares donde no tienen casi representación institucional.

Mientras que esta parte encalla, Más Madrid someterá este miércoles la decisión sobre si integrarse en Sumar a su militancia. En esta parte de la izquierda, el líder de Más País, Íñigo Errejón jugará un papel relevante y tendrá un puesto de salida en las listas de Díaz. Los morados también tienen intención de someter el acuerdo con Sumar a su militancia, aunque el retraso de las negociaciones lo dificulta.