El PP impulsa una reforma del Reglamento del Senado para frenar las prisas del PSOE por aprobar la amnistía

El PP dispone de mayoría absoluta en el Senado y va a usar toda esa fuerza para hacer oposición a la ley de amnistía que pretende aprobar el PSOE con las fuerzas independentistas para eximir a políticos y activistas separatistas de delitos cometidos durante el "procés". Sobre el papel, parece que el PSOE va a buscar una tramitación urgente en Congreso y Senado para quitarse cuanto antes esta carpeta tan incómoda y delicada de encima: ante ese escenario, los populares han impulsado una reforma del Reglamento de la Cámara Alta para estirar los plazos de la tramitación y frenar las prisas de los socialistas con la aprobación de la medida de gracia. Es decir, los populares no van a poder tumbar la ley, pero sí van a hacer uso de toda su fuerza parlamentaria para poder obstaculizar la tramitación lo máximo posible.

La proposición de reforma reglamentaria, firmada por el portavoz popular Javier Arenas, busca cambiar el artículo 133 del Reglamento del Senado añadiendo un nuevo punto: "En las proposiciones de Ley, la Mesa del Senado podrá decidir la aplicación del procedimientos de urgencia, cuando así lo solicite el Gobierno o el Congreso de los Diputados, o también actuando de oficio o a propuesta de un grupo parlamentario o de 25 senadores". De esta manera, ante la previsión de que muchas leyes polémicas del Gobierno se van a tramitar como proposición de ley (como la de amnistía) para sortear los informes preceptivos (Consejo General del Poder Judicial...) que sí requieren los proyectos de ley, los populares, con mayoría en la mesa del Senado, tendrán la posibilidad de decidir si se aplica el procedimiento de urgencia o no.

Con procedimiento de urgencia, el Senado tiene tan solo 20 días para tramitar una ley y devolverla al Congreso; con procedimiento ordinario, tendría un plazo de dos meses. De esa manera, si se registrara la proposición de ley de amnistía en las próximas horas, no quedaría aprobada, como mínimo, hasta después de febrero.

En este sentido, cabe recordar que hace justo un año, el PSOE registraba la iniciativa para reformar el Código Penal y suprimir el delito de sedición por exigencia de los independentistas: en apenas poco más de un mes, consiguieron tramitar la reforma legislativa entre Congreso y Senado para que entrara en vigor de inmediato porque los socialistas y los independentistas contaban con mayoría en ambas cámaras.

En la exposición de motivos de la reforma del Reglamento del PP, los populares defienden que el "objeto específico" de la reforma reglamentaria es "ofrecer mayores oportunidades al rigor y la calidad de la función legislativa del Senado". Según aducen, con esta reforma del Reglamento, se abre "la posibilidad de que, en el trámite de las proposiciones de ley, y a diferencia de lo que sucede con los proyectos, los Senadores cuenten con el tiempo necesario para poder paliar, al menos, los déficits de documentación y análisis técnico y jurídico, así como de debate público y de participación social, de los que, como la experiencia demuestra, suelen adolecer este tipo de iniciativas legislativas".

Es decir, el PP busca evitar que el PSOE reproduzca las prácticas de la pasada legislatura, cuando tramitó por la vía de urgencia y de forma "exprés" proposiciones de ley muy polémicas por la importancia y el contenido que tenían (como una reforma del Código Penal para suprimir la sedición y modificar la malversación o la creación de los impuestos a la banca y las energéticas).

Tras el anuncio de la reforma reglamentaria, el PSOE ha mostrado su rechazo. La portavoz de los socialistas en el Senado Eva Granados ha acusado al PP de usar la Cámara Alta como "arma partidista" para "torpedear el normal funcionamiento de nuestra democracia". "Retorcer el reglamento como pretende el PP, utilizando el rodillo para suplantar la Constitución, es profundamente desleal con la Cámara Alta", ha proclamado el senador socialista Ander Gil a través de las redes sociales.

Ante estas opiniones de los senadores socialistas, el portavoz de los populares en el Senado ha afirmado que "el mayor atentado contra las instituciones" es aprobar la amnistía "en un par de semanas", en referencia a la previsible voluntad que tiene el PSOE de tramitar la medida de gracia por la vía exprés. "Desde el PP no queremos que Sánchez utilice el Senado para saltarse los controles parlamentarios y liquidar en dos semanas la amnistía", ha añadido Arenas, quien ha reprochado que los socialistas "siempre faltan al respeto y desprecian a la Cámara Alta" después de que los ministros se hayan negado a comparecer ante el pleno del Senado. Los populares han reclamado la comparecencia de Fernando Grande-Marlaska, Ione Belarra y José Luis Escrivá, pero el Ejecutivo lo ha rechazado porque considera que el pleno no es el escenario adecuado.