Reacción

La izquierda afina su plan para la moción

ERC pide no contestar a Tamames, pero Podemos todavía lo debate porque no quiere dejar el foco a Sánchez

«Hacerse un Esteban». Es la posición que ayer defendían los partidos como estrategia de cara a la moción de censura que ha registrado Vox contra el Gobierno. Esto quiere decir, llanamente, emular el discurso que enarboló el portavoz del PNV, Aitor Esteban, el 21 de octubre de 2020 ante la primera moción presentada por el grupo de Santiago Abascal. «No vamos a contribuir a un uso espurio del instrumento parlamentario de la moción de censura por parte de un partido político que presenta un candidato por eliminación(...) No vamos a contribuir a dar protagonismo a esta patochada de moción de censura. Evidentemente, votaremos no. Puede pasar el siguiente turno, señora presidenta, y utilizar los 29 minutos que no he utilizado yo».

Podemos y los socios de la investidura están buscando una fórmula unánime para contestar a Vox. Contundente en las fórmulas, clara, concisa y corta. Con el objetivo de no «gastar» demasiado tiempo ni esfuerzos en ese debate. Visibilizar, según fuentes parlamentarias, que no puede hacerse un uso partidista de una herramienta constitucional y, a la vez, aislar a Vox en el Congreso de los Diputados. Es decir, retratar su soledad, aprovechando que tampoco el bloque de la derecha la apoyará.

ERC ha impulsado este fin de semana los contactos para pactar una estrategia conjunta para el debate en el que el economista Ramón Tamames será candidato. Las conversaciones se han estrechado con el PNV, Bildu, Unidas Podemos y los partidos minoritarios como Más País, Compromis o BNG, con el objetivo de contestar de la misma manera en muy pocos minutos en el tiempo de réplica de cada grupo parlamentario. La idea de los republicanos es directamente no responder en la tribuna de oradores a Vox, sin embargo, todavía no hay consenso al respecto. Desde ERC, la portavoz Marta Vialta pidió «no blanquear» a Vox y beneplácito con los grupos para invisibilizarles. Pero los republicanos solo llevarán a cabo esta idea si hay unidad. «Si no, desenmascaráremos las ideas de la extrema derecha. No nos callaremos», dijo.

El objetivo de estos grupos es que la moción no ocupe demasiado tiempo y mostrar su rechazo al intento de derrocar al Gobierno, aunque a la vez, respetar al candidato alternativo, Tamames, al que todos los grupos muestran su «respeto».

Desde Podemos tildaron ayer la moción de «esperpento» y «ridículo» y pidieron no «dedicar mucho tiempo» al asunto. «Es evidente que, dado el esperpento, el numerito, no nos debería hacer perder ni a los grupos ni a la población demasiado tiempo», dijo la coportavoz morada Alejandra Jacinto. Según el partido, esta moción responde a la «competición» que, a su juicio, libran PP y Vox «para ver quién ocupa más portadas diciendo barbaridades contra el Gobierno de coalición».

Sin embargo, según precisan fuentes moradas, todavía no se ha decidido la estrategia definitiva a tomar puesto que son conscientes de que el PSOE se «tomará muy en serio» la moción y contestará al partido de Abascal contundentemente. Es por ello que, según abundan estas fuentes, los morados temen dejar todo el foco y los titulares solo al presidente del Gobierno, en el caso de que se uniesen a la estrategia del resto de grupos. En el partido morado tienen claro que el candidato de Vox se dirigirá expresamente a ellos –al ser parte del Ejecutivo–. Así, los morados, que se sentirán interpelados, sí conceden –como el PSOE– que la moción es «preocupante».