El exmiembro de ETA Antonio López Ruiz, "Kubati", ha admitido el "dolor y humillación" que generaron los actos de homenajes a etarras que organizó junto a otros cinco acusados y que esos "ongi etorri" (bienvenidas) a los presos de la banda terrorista cuando salían de la cárcel fueron contrarios a la legalidad.

"Kubati", al igual que los otros cinco acusados por su papel en la dinámica abertzale "Kalera Kalera" -Aimar Altuna, Oihana Garmendia, Oihana San Vicente, Carlos Sáez de Egilaz y Felipe San Epifanio- han reconocido los hechos que se les atribuyen y se han comprometido a renunciar a cualquier actividad de loa al terrorismo de ETA o que humille a sus víctimas al alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y las demás acusaciones -la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), Dignidad y Justicia y PP- a cambio de aceptar una condena de dos años de prisión por delitos de pertenencia a organización criminal en grado de dirigentes y de humillación a las víctimas.

Los acusados admiten que desde 2016, tras la ilegalización de Gestoras Pro Amnistía -encargada de organizar los homenajes a etarras- y los procesos judiciales contra sus sucesoras, estas cuestiones relativas a los presos de la banda terrorista pasaron a ser competencia de Sortu, integrado en la coalición EH-Bildu.

Además de esa pena de prisión, todos ellos -que con este reconocimiento dicen querer contribuir "a la reparación a las víctimas del terrorismo por el daño y sufrimiento que se les ha causado"- serán sometidos a un periodo de seis meses de libertad vigilada, deberán pagar una multa de 1.800 euros y estarán inhabilitados para ejercer profesiones u oficios educativos durante cinco años.

Según el acuerdo alcanzado, la ejecución de esa condena estará suspendida durante tres años con la condición de que no vuelvan a delinquir y no participen en homenajes, reconocimientos o actos de reivindicación a favor de miembros de ETA o de su colectivo de presos por razón de sus acciones o militancia.