La amenaza yihadista

La joven australiana que ha sobrevivido a tres atentados en tres meses

Julia Monaco presenció el atentado del Puente de Londres el pasado 3 de junio. El 6 del mismo mes, el de la catedral Notre-Dame de París. Cuando se produjo el atentado de Barcelona, estaba en una tienda

Julia Monaco, la joven australiana de 26 años.
Julia Monaco, la joven australiana de 26 años.larazon

Julia Monaco presenció el atentado del Puente de Londres el pasado 3 de junio. El 6 del mismo mes, el de la catedral Notre-Dame de París. Cuando se produjo el atentado de Barcelona, estaba en una tienda.

Una joven australiana ha burlado a la muerte por tercera vez este año. En menos de tres meses, ha sobrevivido a tres ataques terroristas que ocurrieron en distintas ciudades que visitó. Julia Monaco, de 26 años, se encontraba en una tienda cuando la furgoneta arrolló a los peatones de Las Ramblas en Barcelona el pasado jueves.

El atentado de Barcelona no fue el primer susto de la joven. En junio, presenció el ataque terrorista en el Puente de Londres. Días después, el que se produjo en la catedral Notre-Dame de París. Por fortuna, ha sobrevivido a estos horribles sucesos.

Aunque no logrará borrar los espeluznantes momentos vividos en los diversos ataques terroristas, Julia Monaco comenzó una ruta por Europa junto a dos amigas y asegura que los asesinos no le impedirán ver el mundo. "No tengo ganas de volver a casa. Quiero quedarme aquí para ver lo que he venido a ver", declaró la muchacha.

Julia ha relatado cómo se sucedieron los hechos el pasado jueves, durante el atentado en Barcelona. Estaba en una tienda en la plaza de Cataluña con sus amigas y de repente la gente de la calle comenzó a correr. Las puertas de la tienda habían cerrado con llave y la gente golpeaba los escaparates para entrar.

"En una fracción de segundo todo cambió y todo el mundo empezó a correr, a entrar en pánico llorando y gritando. Nos obligaron a regresar a la tienda, que nos alejásemos de las ventanas y nos pusiéramos en el suelo", explica. Cuando les dieron luz blanca a los clientes para marcharse de la tienda, Julia regresó con sus amigas al albergue evitando las numerosas calles que había cortado la Policía.

A pesar del duro golpe que ha supuesto el nuevo atentado para todos, Julia asegura que no tiene miedo. Nada hará que deje de viajar, porque sería darles la satisfacción a los asesinos que cometen actos tan atroces. La joven seguirá con su ruta por Europa según lo planeado, haciendo caso omiso a las peticiones de su madre para que vuelva a casa.