Acoso a los políticos

Los acosos se multiplican por seis en abril

16 escraches se practicaron en el mes de marzo, en los que se acosaron a 11 políticos

Pérez Lapazarán fue objeto ayer de un escrache en un bar de Pamplona
Pérez Lapazarán fue objeto ayer de un escrache en un bar de Pamplonalarazon

El acoso y persecución a miembros del Partido Popular en forma de «escrache» ha ido creciendo de forma alarmante en lo que va de mes. Pese a las numerosas voces discrepantes que rechazan este polémico modo de protestas, las denuncias de algunos diputados, las advertencias del Gobierno de que no permitirá que se sigan produciendo este tipo de acosos y las advertencias del Ministerio del Interior de perseguir a quienes «ejercen actos de hostigamiento a miembros de partidos políticos y sedes de partidos...» no han conseguido frenar una práctica alarmante que en lo que va de mes se ha multiplicado casi por seis y con más fuerza.

Aumento

En el mes de febrero fueron objeto de este tipo de acoso por parte de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ocho personas, en el mes de marzo se incrementó el acoso a 11 personas y cinco sedes. En total, se produjeron 16 escraches. Pero en lo que va de mes el acoso programado se ha visto incrementado de manera considerable. En sólo trece días se han producido ya 26 hostigamientos a personas y contra 68 sedes del Partido Popular, lo que eleva a 94 los escraches cometidos en lo que va de abril. El último, ayer, contra el diputado del PP por Navarra, Pérez Lapazarán que fue acosado por medio centenar de personas mientras se encontraba en un bar de Pamplona donde iba a dar una charla a los jóvenes del partido. El diputado les atendió y escuchó sus reinvidicaciones.

Mientras los miembros del Partido Popular denuncian la agresividad y virulencia de estos acosos programados en los que se les profieren todo tipo de insultos a las puertas de sus viviendas familiares, mientras se encuentran con sus hijos; la portavoz de la PAH, Ada Colau, en una entrevista a Efe asegura que los escraches son «pacíficos». Dice que los miembros del Gobierno y los diputados del PP «están mintiendo» cuando aseguran que los escraches son violentos y acusa a los populares de intentar «criminalizar» a las víctimas de los desalojos.

Sin embargo, la escuela de acoso y derribo de Colau está agitando la calle y zarandeando la intimidación al límite. Sin ir más lejos se intentó incendiar el domicilio familiar del alcalde de Fuente del Maestre, en Badajoz, mientras el edil permanecía en su interior junto a su mujer y sus hijos. Por fortuna no hubo que lamentar más que algunos daños materiales, pero la portavoz de la PAH no hizo ninguna alusión, ni condena, ni desmarque de lo ocurrido.

Colau se ve crecida y amenaza con continuar lo que denomina una «primavera verde», en la que incrementarán los acosos. Y es que la Plataforma que lidera no tiene ningún reparo en seguir señalando a los diputados del PP con la finalidad, siempre de forma «pacífica», según sus palabras. Los coaccionan para que rompan su disciplina de voto con las medidas que pretende aprobar el Ejecutivo. Pero según afirman miembros de la Policía, la realidad es bien distinta, y esas protestas están rebasando los perímetros policiales, amenazando y violentando a las personas.